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28 de septiembre de 2006

Temas Privados

Luego de recibir los comentarios al post que está debajo, fui -como es mi costumbre- respondiéndolos uno a uno.
Una vez hecho esto, sin embargo, me asaltó una lógica inquietud. Sobrevino por una razón bastante plausible y es que me estaba pisando la cola.
¿Por qué? El motivo es bastante simple: Hace muy poco acabo de mencionar que para mi todo es tema de posteo y en mis últimas respuestas demostré mi incomodidad frente a dos comentarios específicos.
¿Cuál fue la causa de mi molestia?
Sencillamente la alusión al tema sexual.
Resulta entonces (y me percaté de ello al releer) que no todo para mi ha sido tema de posteo.
Rara vez hago alusión al tópico en cuestión y, cuando lo he tocado, ha sido de manera tangencial, puesto que no me he referido a mi, sino que he inventado algún relato con ribetes eróticos o bien titulé algún post que hiciera pisar el palito al lector.
Sepan que no me considero en absoluto cartucha. Tampoco soy una mina frígida.
Ciertamente el asunto me interesa y mucho. En mi vida privada y más específicamente en mi vida amorosa, la sensualidad, el romanticismo, así como lo erótico y sexual son cuestiones que cobran la mayor de las relevancias y, por lo tanto, no se trata en absoluto de un tema menor.
Es, muy por el contrario de lo pudiera creerse al leerme, vital, vitalísimo, a decir verdad.

Pero que sea vital no significa que me anime a hacerlo un hecho público ni que deba por ello transformarlo de inmediato en tema de posteo, solo para demostrar coherencia en las palabras.

Puedo hablar sobre el sexo, sin embargo, siempre y cuando no esté aludiendo con ello a mi intimidad yesto es porque para mi tiene una natural conexión con el amor y el amor se vive de a dos.
Sé muy bien que no todo el mundo comparte esta visión del sexo. Para algunos tiene el mismo poder liberatorio que la moneda de curso legal. Para otros es una forma de compañía. Hay quienes no tienen necesidades sexuales y los habemos incapaces de separarlo de nuestros más profundos sentimientos. (Voy a dejar de lado las perversiones)

Solo para el registro y mientras no me anime a escribir más acabadamente sobre el particular (mis amigos y familiares leen el blog!!!), diré que soy una mujer con sangre caliente, que no se ruboriza al hablar de sexo. Que, a su vez, para mi la sexualidad va enlazada al amor y no me incomoda en lo más mínimo reconocerlo. Que el amor de pareja me merece el mayor de los respetos, así como mi propia pareja y que no tengo planeado andar colgando mis sábanas en este blog, al menos de momento.

Habiendo dicho esto, espero sinceramente que mi hermano y mi padre no me lean, porque me quemarían viva como si fuera una bruja de Salem. Ya tengo los gatos y acabo de reconocer que soy un ser sexual, algo que ellos deben creer imposible (ellos sí son cartuchos). Me faltan los conjuros y algún libraco con tapas de cuero negro. Menos mal que la inquisición acabó mucho antes.
¿Resumen? El sexo es un tema privado para mi pero no intocable.
Los dejo con una canción de aquellas que me provocan:




Des yeux qui font baisser les miens
Un rir' qui se perd
sur sa bouch'
Voila le portrait
sans retouch'
De I'homme auquel j'appartiens
Quand il me prend dans ses bras
ll me parle tout bas
Je vois la vie en rose
ll me dit des mots d'amour
Des mots de tous les jours
Et ca m'a fait quelque chose
ll est entre dans mon coeur
Une part de bonheur
Dont je connais la cause
C'est lui par moi
Moi par luidans la vie
ll me I'a ditI'a jure pour la vie
Et des que je I'apercois
Alors je sens en moi
Mon coeur qui bat
When he takes me in 's arms
And whispers love for me
Everything is lovely
It's him for me and me for him
AII my life and it's so real
What I feel this is why
Et des que je I'apercois
Alors je sens en moi
Mon coeur qui bat
La vie en rose
la vie en rose. . .

24 de septiembre de 2006

LA MONA LESA

A esta Mona Lesa
le duele la cabeza
y aunque moverse le pesa
o le falten las certezas,
mantiene la torpeza
en las caderas semi tiesas.
Aviva la Mona Lesa
esa mente más bien traviesa
pues a pesar de su pereza
se da vueltas por su pieza,
pensando que esta rima es tan aviesa
como su dolor de cabeza.

20 de septiembre de 2006

EL POST

Vamos viendo, porque el "POST" da para mucho.
Partamos por lo primero: Hoy es el primer día post fiestas patrias.
No puedo negar que estoy conteniendo carcajadas por todos los que hoy saldrán a trabajar con el hachazo post Viva Chile!!! Y es que para la gran mayoría de los chilenos, el 18 es ocasión de fulminante tomatera, mezclando lo que se dice todo. Porque en los asados patrios sobra el ponche, el tinto para la carne, el pisco sour de aperitivo y el whisky de bajativo. Entremedio van cervezas, chicha, vino blanco y combinados varios.
Se comen empanadas, choripanes, anticuchos, carne a destajo y su ensaladita poca. De postre, puede ser macedonia o helado, porque dan la ingenua sensación de acallar el infierno que por esos momentos vive el estómago, que trata, infructuosamente, de cubrir todos los frentes. Pobres guatas: Es imposible. Hoy las oficinas estarán semi vacías y sus baños con sobrecarga de trabajo.
A la hora de almuerzo, dos tipos de tiendas aumentarán sus erarios en un 300%: farmacias y restaurantes vegetarianos.
La gente en el centro estará pálida, como zombies arrastrando las patas y hasta los brazos. Pocos estarán pensando en lo marcial que estuvo la Parada Militar, aunque los diarios seguramente lo destacarán, junto al hecho siempre novedoso de tener una mujer presidiendo la cívica ceremonia.
A las siete casi todos estarán en sus casas, preparándose "agüitas curativas", tomando simeticona, viadil, bramedil, gastrodine o sulfa y metiéndose a sus camas con aspecto desahuciado y rogando pasar buena noche.
Menos mal que yo abandoné las andanzas etílicas hace años. No diré que me volví abstemia (eso sería mi gran mentira) pero soy bastante medida como para poder hacer esta observación con cierta objetividad.
Estamos a dos días de celebrar el retorno de la primavera -o lo que es igual- la estación post invierno.
Ahora se nos vienen encima días tórridos seguidos de otros gélidos. Llegan las alergias, aumentan los suicidios y la gente se torna más melancólica y romántica. Cambiamos a horario de verano (el de invierno no se justifica, salvo para aumentar descaradamente los ingresos de las compañías eléctricas).
Hasta principios de diciembre, nadie sabrá a ciencia cierta cómo salir vestido por la mañana, porque si salen abrigados, a medio día se asan de calor pero si salen en cueros, el frío de la mañana y de la tarde les calarán los huesos.
Nuevamente las farmacias harán su pequeña américa a punta de resfríos y alergias. Los gimnasios se repletarán con todos aquellos que durante el invierno comieron como si fueran a hibernar durante la primavera.
Y claro, este es un post que acabo de escribir no por gusto, sino por deber. Porque he dejado el blog un tantín de lado estos días y ayer me metí a la página de blogalaxia a mirar mis estadísticas y noté una pequeña curiosidad: bajé 130 puestos.
Por supuesto, esto es matemáticamente imposible. Una semana sin escribir y ya nadie me lee???
Difícil.
No crean que con esto quiero decir que soy tan irresistible que la gente vaya a entrar cada cinco minutos a releer mis leseras, tan solo hago una mini acotación, porque algo está oliendo a podredumbre en esa página...en fin...ya saben que soy perfeccionista y competitiva y no puedo permitirme el lujo de bajar de categoría tan rápido. Al menos que la caída sea sostenida pero lenta, para acostumbrarme a la idea, digo yo.
Ahora bien. No hace falta ser Einstein para notar la pobreza y pesimismo de este posteo, así es que me iré a alguna página del ciberespacio que me entregue una detallada relación de mi biorritmo (calculo que andará por los suelos) y mientras, postearé alguna musiquilla primaveral..¿Alguien recuerda o alcanzó a conocer al grupo Christianes?? Solo sacaron un disco, llamado "Ultrasol". Fuimos muy pocos los que compramos el CD (me consta) pero el genio de Christian Heine siempre vale la pena...

18 de septiembre de 2006

PONCHE

Para aquellos que aún no se familiarizan con el blog (habría que leerlo de punta a cabo), existe un grupo de 3 amigas, del cual formo parte y que he denominado "EL TRI", para efectos de publicación.
La mayor de nosotras es "la tevita", graduada en filosofía y pronta a dar el grado en Derecho.
Luego viene la "muy yegua", también egresada de la dichosa carrera (futura competencia).
Finalmente estoy yo, "la fulerita", también conocida como "el cerillo" (venido de mi pronunciada cabeza y habitual delgadez casi extrema).
Siempre nos juntamos en mi casa, fumamos como enajenadas y jugamos cartas hasta quedar turnias.
La muy yegua anda depre y la hemos estado cateteando para que venga a vernos (la tevita está en mi casa dedicada al estudio y mandonearme). Quedó en venir a almorzar y pasar el día acá.
Tipín 4, la llamé porque el almuerzo estaba más que listo y estábamos todos hambriados.
Resultó que esta yegua suelta ya había almorzado, negó haber quedado en llegar a comer (tan típico de ella: o niega o de frentón nos deja plantadas) pero anunció llegada de burro que se materializó como a las 6. Andaba con ánimos de empinar el codo a la chilena, así es que trajo duraznos en conserva y vino blanco. Tanto ella como yo le hacemos harto empeño al copete (aunque ella es más de vinos y cerveza, mientras ésos son los vapores etílicos que menos bebo).
Como la cocina es una de mis entretenciones y preparar tragos exóticos es todo un placer para mí, me fui a la cocina mientras las otras dos leguleyas batían la lengua con devoción franciscana. Pero la batían con silenciador: a pesar de tener la oreja izquierda convertida en parabólica no pude escuchar más que murmullos. Asumo que el par de mar...me estaba pelando.
Y ya me fui del tema (aunque todo, todo es tema de bloggeo). Decía que estaba en la cocina intentando escuchar, mientras abría las latas de durazno. Una vez abiertas, el típico ponche con duraznos picados, azúcar y vino se me antojó mezquino y poco interesante.
Acabado dicho pensamiento, me fui directo al bar (en mi casa hay un pequeño bar), tomé una botella de Anís y otra de Ron añejo.
Volví a la cocina, saqué la batidora y a trabajar!!! Molí los duraznos (400 gr), agregándole dos medidas de ron, tres cucharadas de azúcar flor, medio litro de vino y tres medidas de anís más 100 ml de agua (esto es receta, anoten, porque queda muy bueno -ahora, si en vez de vino es champaña, tres veces mejor).
La tevita, que no toma, lo encontró rico. La yegua malagradecida no. Igual tuve que prepararle el penca ponche que ella quería tomar.
Con tragos largos en las manos, puchos en la boca y cartas sobre mi verde cama de hoy, comenzamos nuestro ritual de ofendernos de la manera menos sutil que puedan imaginar, mientras nos concentrábamos en ganar cada mano (todas somos cortadas por la misma tijera: odiamos perder).
Otra pequeña historia del tri, esta vez, centrada en un ponche pre fiestas patrias.
Otro día les cuento como la tevita me tiene trabajando más duro que la Esclava Isaura, todo porque sus normas de Feng - Shui le indican ciertos ritos de limpieza quirúrgica de toda mi casa.
A Ésta se le olvida que lo quirúrgico debiera partir por mis caderas y terminar en las rodillas. Ando prácticamente arrastrándome de dolor pero es un pelo de la cola para ella comparado con las ventajas de una casa soplada...
...cuando termine de estudiar le voy a regalar mis dolores y que sepa lo que se siente antes de obligarme otra vez a moverme cuando con suerte logro levantarme por la mañanas...

11 de septiembre de 2006

Acquarious

Se supone que este es mi mes.
Que todo me saldrá a pedir de boca, encontraré la pega soñada, intelectualmente andaré más gozosa que nunca, pura armonía, concretización, jolgorio.
Yo me pregunto ¿Cuándo empieza septiembre? ¿ahhh?
El primer día del mes lo partí casi convirtiéndome en alimento de gusanillos. Fue una casi-muerte (no una petit mort).
Para esa fecha ya andaba con todos los achaques reumáticos y las orejas casi reventadas.
Hoy tengo los "almost brand new holes" "almost" pudriéndose, a pesar de los palitos de orégano (que se están empezando a pegar a las orejas).
Se me ocurrió hace tiempo meterle más RAM a este vejestorio. Hoy me decidí y saqué de su escondite la memoria que tenía guardada. Lo hice bien temprano y medio dormida y no me dí ni cuenta que era de otro tipo (hasta de otro tamaño) y me he mandado un cagazo de los grandes: quemé 4 memorias de un zúacate.
Para pasar el mal rato, me fui a la peluquería y al parecer la peluquera tenía sangre en el ojo conmigo o bien se volvió cegatona de un día para otro: Parezco jugador de fútbol de los noventa. Ésos que andaban con el pelo bien corto arriba pero les colgaba por la nuca una flaite melena.
Regresé a mi casa toda apenada, adolorida, fea y descompuesta. Solo tuve ánimos de acostarme y que se fuera rapidito el día de hoy.
Entremedio tuve una buena noticia. Gané un juicio con bombos y platillos.
Ya estaba pensando que el día se iluminaba para mi, cuando llega la maldita cuenta del teléfono:
$162.000 facturaron estos desgraciados!!!
Me mandé todo el resto de tarde que me quedaba sacando cuentas, sumando innumerables llamadas a celulares y esperando en línea como una hora hasta que, aparentemente, solucioné el entuerto.
Faltan dos horas para las 12 y para que empiece el 12 de Septiembre ¿será ése mi verdadero inicio de mes???



Mientras buscaba la canción, alguien me habló, giré el cuello y...TORTÍCOLIS!!! Vamos mierda, que todavía puede pasarme algo más...


Un pedacito (7º movimiento -confutatis- del Requiem) viene bien...


EL REMEDIO

Y me adobé en salmuera hirviente.

Estuve en la tina una hora y media, con el agua hasta el cuello y flotando. Cómo no iba a flotar con los dos kilos de sal que le puse al agua.

Cualquiera que me hubiese visto, se habría agarrado la guata de tanto reírse: ahí figuraba yo, con los palitos de orégano en las orejas, mi pulsera de cobre para eliminar el ácido úrico del cuerpo, una pulsera de plata en la otra muñeca para espantar las malas vibras y mi cadenita de plata con el correspondiente crucifijo.

Sé que va a sonar a herejía, pero yo creo que si el crucifijo hubiese venido con la figura de Cristo, él mismo salía arrancando, porque el agua estaba como el de "la viejita debajo del puente, que pelaba pollitos con agua caliente" (y ella los pelaba con tal disimulo que no les quedaba pelito ninguno- en el culo reza la canción menos ortodoja-).

A la salida del baño, mi cara estaba roja como un tomate maduro, los ojos me ardían por la sal y el calor. Pero el objetivo estaba cumplido: Chao dolor de caderas.

Ya me duelen otra vez, así es que mañana parto al super a comprar más sal marina para volver a adobarme. Si le pongo harto jugo de limón, me va a faltar el puro queso y las alcaparras para convertirme en carpaccio humano.

Para vuestra información (y vaya que es fundamental) me saqué los aritos quirúrgicos, los puse en donde estaban los palitos de orégano y ahora los ya mentados "brand new holes" llevan nuevos palitos, para que los hoyitos ésos sequen rápido, sin infecciones y duren for ever and ever.

Ahora me voy al sobre, no sin antes embetunarme las caderas con una cremita con ibuprofeno al 5%, que no será la gran maravilla, pero puchas que refresca!!! (en esta senda, voy a tener que empezar a lavar mis sábanas con desengrasante para cocina)

Que tengan todos un buen Lunes. Más allá de la obvia significación política y humana de este día.

PD: nadie me ha comentado acerca del tamaño que pueda llegar alcanzar una matita de orégano...

9 de septiembre de 2006

DOLOR

Todos aquéllos que me leen con cierta regularidad, saben que mi mayor dolor en esta vida fue y seguirá siendo haber perdido a mi madre. Por eso, Septiembre será el mes de la patria, habrá celebraciones, comilonas, tomateras y fiesta generalizada pero no dejará de ser un mes sufrido, al menos en términos emocionales.

Lo que no me esperaba es que además fuera una época de dolores físicos insoportables.
siempre me han criticado lo quejumbrosa que soy cuando de dolores o enfermedades se trata. Y siempre respondo con lo mismo: mi umbral del dolor es más bajo que el de los demás.

Así y todo, desde chica fui bastante kamikaze y con mi hermano siempre andábamos probando quién resistía más: más patadas por las canillas, más tiempo durante el cual alguien te tirara el pelo como queriendo despojarte del cuero cabelludo, más alfileres clavados hasta la cabeza en las pantorillas (éramos muy bestias). Éramos capaces de aguantar los dolores más inverosímiles con tal de salir triunfadores.

El caso es que los dolores físicos no acompañados de sensación de triunfo, no representan para mi ningún chiste.

Y desde finales de Agosto que ando por las cuerdas con todo tipo de achaques: primero me vino una especie de tos ferina que me tuvo tres días sin dormir, porque bastaba hacer amago de acostarme para empezar a toser descontroladamente.
El 31 de Agosto casi hago fiesta por haber terminado el mes viva.
Al día siguiente por poco y muero atragantada con una fruta (hubiese sido carne, por lo menos)

Mientras tuve la tos, me vino un inexplicable dolor desde las rodillas hacia abajo que me anduvo trayendo toda patuleca (en realidad no es tan inexplicable pero al quirófano no me meten ni cagando).

Ya estaba sufriendo como la Khalo cuando me vuelve uno de los dolores más espantosos que haya sufrido en mi vida: Bursitis en las caderas.
Éste sí que es feo y no tiene nada de gracioso.
Estoy tomando 400 y hasta 600 mg de ketoprofeno diario pero el dolor sigue. Peor aún, me está tomando los tejidos de las piernas (sobre cada fémur). Eso sin contar que cualquiera de estos días me reviento la úlcera tomando tanto antiinflamatorio...

Habiendo dicho esto y desconociendo conjuros contra los dolores, me voy patulequeando hasta la tina a darme un baño de agua de mar caliente (se reconstituye con sal de mar).

Mejor ni les cuento que ando en plenos días ripley y es otra tanda de dolores...

Puchas, qué ganas de tener la mitad de la edad y un cuarto de los dolores...

Métete un Palo!!!

Hará un par de semanas atrás, un día Lunes, caminaba dentro de unas galerías que hay en Estación Central. Se podría decir que andaba "vitrineando", aunque la verdad es que andaba más perdida que Sonia (Sonia, la única; excelente cantante de épocas remotas que siempre olvidaba la letra de sus canciones) buscando la entrada al estacionamiento.
Como no tenía mayor apuro, empecé a mirar tienda por tienda.
Pronto me picó el bichito ése que los antibióticos jamás podrán matar: Comprar, comprar, que el mundo se va a acabar.
Entonces, antes que el bicho se volviera gigante y me hiciera caer en gran pecado, entré a una tiendita de joyas de plata y piercing, para que nada me fuera a costar un ojito de la cara.
Una vez dentro, me tincaron unos aros colgantes con cristal murano. Los quería verdes pero solo tenían azules. Los compré igual. Como el gastadero fuera casi imperceptible, me quedaba plata y ganas de seguir gastando.
Miré como mil piercing diferentes y estuve a 10 segundos de hacerme uno en la nariz. Después pensé "Este hoyito se me va a infectar, viene la primavera, las alergias ¿y cómo cresta me voy a sonar con un pedazo de titanio incrustado en la ñata?
Bueno, como la decisión de perforarme estaba tomada y el piercing era un poco arriesgado, me tiré con algo suavecito: otro par de hoyitos en las orejas.
La niña agarró unos aros quirúrgicos (yo ni sabía que existían esas leseras), desinfectó todos los materiales que iba a usar, tomó como toda una Cowgirl una mansa pistola, la cargó con los aros y procedió a percutarla en cada lóbulo de mis orejas.
Me dio mil instrucciones a seguir para que no se me infectaran y me fui.
Grande fue mi sorpresa del día siguiente, al percatarme que los "brand new holes" estaban intactos pero los antiguos (de los cuales pendían los aritos azules) sí se infectaron.
Me eché cuanta tontera encontré: Bialcol, povidona, un antibiótico con corticoides de uso veterinario (que me peló las orejas) y no hubo caso: Cada día tenía las orejas más rechonchas y coloradas y por las noches tenía que dormir como Drácula para no aplastarme más mis orejitas.
Le Conté a la Sole (Invisible_Soledad) y le pregunté si sabía acaso los famosos palitos de orégano funcionaban.
Me dijo que sí. Así es que fui a la cocina a buscar orégano seco para incrustarme esas cuestiones antes de morir de septicemia aguda por un miserable par de hoyos en las orejas.
Solo encontré orégano molido (vaya si seré quemada). Como ya no daba más de desesperación por el ardor, abrí el refrigerador buscando verduras frescas y ¡¡¡Encontré orégano!!!
Lo lavé prolijamente, lo pelé un poco porque estaba tantín grueso el asunto y a sufrir como yegua tratando de meterme esos palitos en mis tremebundas orejas de mina poco resistente a las infecciones. Por fin lo conseguí. Los metí con hojitas y todo, me cayeron sus buenos lagrimones de dolor y volví a meterme en mi sarcófago nocturno.
A la mañana siguiente ¡¡¡MILAGRO!!! mis orejas estaban desinflamadas, habían perdido su tono rubí tirando a violeta y lo más importante, no me dolían.
Desde ese día no me he vuelto a poner aros, ando por la calle felizcota con mis palitos de orégano hermoseando las orejas.
Quién diría que un palo de orégano sirve tanto...

HABLANDO DE DEFECTOS

NO POR NADA MI BLOG SE LLAMA
"LA FULERITA"

7 de septiembre de 2006

AUTO-CÁGATE!!!

Como me dijeran que no hablo de mis defectos y no soy cobarde, acá me tiro con los que puedo ver, y, de paso, me cago un poco, solo para que no se ande diciendo por ahí que lo único que hago es tirarme flores:

  • 1.- Soy desordenada
  • 2.- conduciendo me viene toda la maldad contenida y la lanzo de un zuácate
  • 3.- Cuando alguien intenta pasarse de listo conmigo o me trata de mala manera por puro gusto, me solazo haciéndole morder el polvo.
  • 4.- Tengo un ego exacerbado para ciertas cosas (como las intelectuales)
  • 5.- Requiero inmensamente del reconocimiento de lo demás
  • 6.- Me vuelvo mono cuando alguien no reconoce mis esfuerzos o me toma a la ligera
  • 7.- Me encanta estar sola y soy muy poco sociable
  • 8.- Soy rencorosa
  • 9.- En más de una ocasión he llegado a ser vengativa
  • 10.- soy floja para casi todo
  • 11.- soy muy porfiada
  • 12.- soy humana.

I'm a creap??? - EL EGO

Hoy me dijeron egoísta al oído. Sí, porque me lo dijeron por teléfono.
Me extrañó una afirmación como ésa y pregunté las razones.
Los motivos fueron:
1.- En tu blog dijiste que tenías oído absoluto
2.- En tu blog apareces como la reina de la bondad (no fueron las palabras pero sí el mensaje)
3.- haces alarde de tu cociente intelectual

En síntesis: TU BLOG TE DELATA.

Yo pienso: egoísta no, en mi perra vida he sido egoísta. Ególatra podrá ser...pero egoísta no soy, salvo que tomáramos en cuenta la corta época en que fui menor de un año y cuando me pedían que convidara algo, sacaba literalmente una miga de lo que fuera.

Para tener un blog, de lo que sea que se trate, hay que tener ego. Puede ser uno sobrealimentado o uno que está a punto de morir de inanición y requiere con extrema urgencia ser alimentado.

Quienes poseemos blogs realmente creemos que tenemos algo qué decir, sea para sentar bases o porque necesitamos ser reconocidos.

Para algunos funciona como terapia, para otros como vitrina. Hay quienes lo usan para incrementar sus amistades.
En fin, los blogs pueden o no ser reflejo de quienes lo escriben pero muy probablemnte al menos el 90% de ellos tienen una simbiótica relación con el ego de quien lo mantiene.

¿Vale realmente la pena ponerse siquiera a pensar sobre el punto?

¿Me transformo en ególatra por tener un blog?
Claro que tengo ego. En ciertos aspectos está sobrealimentado y en otros es escuálido.

Y sí, a veces hablo de mis sentimientos que por lo general no son negativos ¿debiera callar ese aspecto de mi personalidad?
También he mencionado aspectos negativos como la flojera ¿Acaso tengo el deber de gritarle a los cuatro vientos mis caídas más feas y mis errores?

A veces, muy de vez en cuando, menciono uno que otro aspectillo intelectual (eso lo hago un poco en otro blog).

Otras veces me deshago contando mis desventuras -aunque tal vez me rearme mientras las escribo-

Otras tantas nada más divago, porque me gusta ver mi blog como un trabajo que requiere constancia y dedicación. Así es que, cuando no tengo nada que de lo que realmente quiera comentar, me dedico a balbucear por escrito, solo para ver que el trabajo es fecundo, como hago ahora.

Y me vuelvo a preguntar ¿tiene algo de malo tener ego? No soy megalómana e intento ser honesta y transparente. Claro que tengo muchos más defectos que los que menciono pero para nadie es fácil reconocerlos en carne propia. No en balde una de las preguntas "salvavidas de plomo" de las entrevistas laborales es ¿Cuáles son sus defectos?
¿Quién no se va a chucha con esa pregunta?.

Me voy a meditar acerca de mis feísmos, después los posteo y que se acallen las críticas malsanas. Y si no se acaban, tampoco me importa demasiado...no voy a cerrar mi blog porque no sea del gusto popular ¿o sí?

I'm a creap? Un poco, como todos no más. Los hay mucho peores ( me gusta creen eso, alimenta la parte maltrecha de mi ego)

(Esta vez se imaginan a Radiohead de fondo, porque creí que tenía la canción pero me equivoqué)

3 de septiembre de 2006

Un día como hoy

Hace 4 años atrás, el 3 de Septiembre fue Martes. Fue un día muy parecido al de hoy: soleado, templado; muy tranquilo en apariencia.
Para nuestra familia ese martes fue precedido de un espléndido día lunes, un día muy especial, porque mi madre, dentro de su gravedad estuvo muy animosa. Tanto, que hasta salimos las dos a hacer compras por la tarde y se encargó de llevar regalos para todos. Vio muebles que le interesaba cambiar y me prometió que de ahí en adelante, dejaría de estar todo el día en cama, pues quería retomar su vida y sentía en ese momento todas las ganas y la energía de replantear su existencia.
Fue, como digo, un día feliz, pleno, amable.
El martes partió temprano. Mi madre debía hacerse diversas pruebas por la mañana y luego partir a quimioterapia.
Una vez que todos los exámenes de rigor concluyeron, nos dirigimos al quinto piso. Saludamos a todo el mundo y se sentó en su berger favorito para ser conectada a los líquidos que, supuestamente, estaban destinados a disminuir el tumor y, con suerte, acabar con las metástasis diseminadas por su frágil organismo.
Como desde siempre fue golosa, mientras la preparaban para su sesión de quimio, salí y atravesé la calle hasta llegar a una pastelería francesa (que ya no está en ese lugar). Compré croissants rellenas de crema pastelera y otras con manjar casero: Ella adoraba las cosas dulces. También un jugo y una bebida.
Atravesé con una tremenda bolsa de delicatessen, para que se entretuviera comiendo cosas ricas, sin tener que pensar en nada más que los pasteles que se disponía a paladear.
Cuando llegué, ya estaba enchufada. Un tiempo atrás le habían practicado una cirugía menor en el pecho, a objeto de introducirle una especie de receptáculo, en el cual se insertaban las pequeñas mangueras que habían de cruzar por todo su cuerpo.
No se veía muy feliz. Estaba demacrada y cansada por el ajetreo de la mañana.
Sin embargo, cuando abrió el paquetito que le traía sus ojos se iluminaron y la alegría invadió por completo su rostro. Y yo fui feliz con y por ella.
Nos quedamos -mi hermano y yo- hasta pasado el mediodía. Después tuvimos que volver a la casa porque ambos teníamos cosas que hacer: Yo tenía que ocuparme de dejar su cama hecha, hacer el almuerzo, etc.
A las tres y media me entró la desesperación por volver a buscarla. Mi hermano insistía en que no había tanto apuro porque la sesión recién terminaba a las cuatro treinta.
Prácticamente tuve que arrastrarlo hasta el auto y partimos. Llegamos allá a las cuatro en punto.
Mi mamá se veía contenta y nos contaba lo ricos que estaban sus pasteles. La enfermera copuchaba con nosotros y comentaba acerca de lo bella y escultural que era mi madre y lo joven que se veía. Como la coquetería era algo innato en ella, no podía dejar de sonreír ante tales palabras.
Luego bromeamos acerca de ser parientes de Dorian Grey, porque la enfermera no creyó la edad de ninguno de nosotros.
Entonces comenzamos a reír y mi madre pareció atorarse. Al principio nadie se asustó porque su franca risa habitualmente le traía como consecuencia el ahogo, producto inevitable de su enfermedad.
A los cinco segundos, sin embargo, pude percatarme que no estaba atragantada (como yo, el viernes) era algo mucho peor. Supe en ese preciso instante que era mi último minuto con ella.
Puse en alerta a toda la sección de quimioterapia. Nadie, sin embargo, sabía resucitación.
La lengua de mi madre se contrajo, mientras un grito desgarrador salió de su boca pero venía directamente de su alma.
No existía en todo el quinto piso un equipo de asistencia ante este tipo de emergencias. Entonces bajé corriendo los cinco pisos y me dirigí a emergencias. En el camino me encontré con el director del Hospital Militar y lo increpé duramente por la evidente negligencia de no contar con las herramientas necesarias en área tan sensible del hospital. No me quedé a esperar su respuesta. Volví corriendo hasta mi madre, ahora tirada en el piso, mientras le practicaban resucitación manual. Fui hasta donde se encontraba mi hermano, quien no dejaba de repetir, casi como un rezo "Todo va a estar bien, ella no puede morir".
Me acerqué nuevamente a mi madre, entre gritos médicos de "asístole", luego de cada golpe eléctrico sobre su pecho.
La tomé de la mano, le pedí que se fuera tranquila, que yo me encargaría de todo y de todos: había llegado su momento de dejar de sufrir esos espantosos dolores. Todo estaría bien para ella desde ese momento. Con su cuerpo ya rígido, sos ojos abiertos y las pupilas dilatadas, con los "asítole, asístole" retumbando por toda la sala, apretó fuertemente mi mano justo antes de la inyección de adrenalina directa al corazón. Luego de ello, soltó mi mano y se fue, se fue para siempre. Se había ido 20 minutos antes, pero regresó a tomar mi mano.
Jamás podré olvidar su dulzura, su inteligencia, su belleza sin límites, su permanente alegría ni su inmensa capacidad de amar y perdonar.
No solo se fue mi madre hace cuatro años, a las cuatro y veinticinco minutos. Se fue un ángel, una persona excepcional en todo sentido.
Cada día la extraño más, cada día la valoro más.
Mami, si por esas cosas de la vida y de la muerte, eres capaz de leer esto, quiero que sepas que todos te seguimos amando, aún más que antes y que tienes al nieto hermoso que siempre quisiste. Él es el niño más lindo, más suave y especial que alguien pudiera tener. Es Down pero no te preocupes ni sufras. Todos lo amamos quizás más de lo que pudimos haber querido a un bebé sin ningún inconveniente. Entre todos haremos de él un hombre bueno, valiente y autosuficiente. Y tiene los padres que más pueden merecerlo. Una madre que es como tú y un padre que lo quiere con todo el corazón. Hasta el abuelo muere de amor por él. Para qué te digo yo. Lo cuidaremos y le daremos todo el amor que tú hubieses querido demostrar.
Mamita mía, cuatro años son una eternidad.

LEER: LA PASIÓN DE MI MADRE

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OTRA DE SUS PASIONES, LA PLAYA

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SU BELLEZA

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1 de septiembre de 2006

NEAR DEATH EXPERIENCE

No vi luz al final de ningún túnel.
Mi vida no recorrió mi mente en tres segundos.
Tampoco tuve miedo.
No vi a nadie fallecido que extendiera su mano para llevarme.

Pero estuve a unos 15 segundos de morir, hoy, cerca de las dos de la tarde.

Estaba terminando de cocinar y veo a mi padre tomar una mandarina y comérsela con el mayor de los gustos. No sé si fue de puro mona o porque se me hizo agua la boca.

No pude evitarlo, así es que me dirigí hacia el frutero y cogí la más brillante de las mandarinas. Traté de pelarla, pero era impelable. Entonces, tomé un cuchillo y procedí a partirla en mitades.

No podía dejar a las ollas solas, como si la cuchara fuera a hacer solita su trabajo o los cuchillos cocineros fueran a sacar patitas, tomar las cosas que faltaban y pelarlas.
Habidas las predichas circunstancias, no encontré nada mejor que ser una chancha desmedida y me zampé las dos mitades directo a la sanguchera, con el objetivo de despejar las manitas y continuar mis tareas de ama de casa a la fuerza.

Habrían transcurrido unos 30 segundos, cuando decido tragar lo que yo creía era el primer pedacito de naranja.
Nada más erróneo.
Dos gajos comenzaron a bajar por mi garganta. Se deslizaron con cierta dificultad, así es que decidí tragar con fruición, para evitar dificultades.
Otra grosera equivocación:
Los trozos de cítrico no siguieron su camino hacia el esófago. Se detuvieron en su paso por la tráquea justo a la altura de las cuerdas vocales, motivo por el cual no pude decir palabra acerca del "percance" que me estaba ocurriendo.

Decidí mantener la calma y seguir intentando tragar.
Luego de un minuto, me di cuenta que no iba a poder deglutir. Además, hacía ya un munuto que no respiraba ni era capaz de emitir sonido alguno.
Entonces, partí en dirección al dormitorio de mi hermano, quien, por fortuna, había llegado justo a visitarnos.
Mediante señas, le indiqué que, o me ayudaba con prontitud o su única hermana perecería producto del chancherío de engullir mandarinas.

Para darles una idea, soy una mina de contextura media, de 1,60 de estatura. Mi hermano es un tipo bastante fornido , con 1,84 metros a cuestas.

Se puso tras de mi y empezó a apretarme la base del estómago (a la altura del píloro), sin conseguir ningún resultado.

Como su desesperación iba en aumento, empezó a alzarme, yo calculo que a un metro de altura y casi reventándome las vísceras: NADA, NO HABÍA CASO.

Entonces fue la hora de empezar a pensar en mi muerte. Mal que mal, habían transcurrido tres minutos sin respirar y me acercaba peligrosamente a mi record de 3,20 segundos conseguidos en la adolescencia, bajo el agua.

Me dirigí nuevamente a la cocina. Me encontré a mi papá, quien también intentó ayudarme, mientras podía ver borrosamente las caras de Alicia, mi cuñada, mi tía y mi hermano, pálidos y presa del pánico real de estar presenciando mi muerte.
En los pocos segundos que me iban quedando, pensaba en lo estúpida de una muerte como ésa. Pudo ser un infarto, un accidente de tránsito. Cualquier cosa menos atragantarse con una mandarina.
Luego de ese segundo de pensamiento, vino el último: meterme la mano por la garganta hasta empujar los mentados gajos y poder, finalmente, tragarlos. Ya no podía ver, estaba apoyada sobre un mueble, porque todo me daba vueltas.
Abrí la boca, introduje mi mano izquierda lo más profundamente que pude e intenté tragar.
LO LOGRÉ!!!
HOY NO MORÍ.