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29 de julio de 2007

Tarde o temprano

Son las 5:30 am. No vengo de ningún carrete, no hay rastros de copete en mi torrente sanguíneo y solo la nicotina podría considerarse un factor (bueno, ya, tambíen la cafeína).
El hecho es que no estoy segura si estoy levantada muy temprano o demasiado tarde.
Es una verdad tremenda eso de que todo depende del prisma.
Así como una amiga suele ver el vaso medio lleno, yo lo veo medio vacío.
Así como hay quienes me quieren, a veces me parece poco.
Así como una vendedora opinó que le compraba demasiados juguetes a mi sobrino, yo me sentía culpable porque no le compré el que yo quería.
Así mismo, así, así, ignoro si es muy tarde o muy temprano.

¿Por qué preguntarse estas cosas a estas horas? Simple, porque la energía me recorre entera y me parece un despropósito doblarme para caber en el sobre, cuando las hojas aguantan harto todavía y no veo por qué dejar de escribir (metafórica y realmente).

En fin, como el divague se hace grande, mejor dejo el blog por esta noche/mañana y continúo después cuando se me ocurra alguna cosa entretenida o importante que contar.

So long, Fer Well, auchtwidensen, good bye, tan tara ran ta ran tan tan, tan tara ran tan tan....

19 de julio de 2007

Ética y fútbol

Acabo de ver el partido de semis entre Chile y Argentina. Y me queda una sensación de impotencia, rabia y frustración.
Es increíble la cantidad de tácticas poco éticas que un grupo de niños menores de 20 años puede desplegar dentro de noventa minutos de partido.
Muchas veces se repite eso de "la pillería del chileno". Sin embargo, los argentinos son magos de la maña, el truco y el engaño. Ni en una piscina olímpica se pueden ver tantos piqueros en tan poco rato.
Yo dudo mucho que los argentinos sean tan patas de lana como para caerse y dar cinco o más vueltas sobre el pasto solo porque les quitaron la pelota. Ahora, no sé, tal vez el grupo mundialista chileno haya tenido poderes telepáticos y darles patadas y empujones mentales a los trasandinos.
Luego está el árbitro. A ése le pagaron porque nadie puede ser tan impresionantemente incapaz en su oficio. Lo que no sabría decir es quién le untó la diestra, porque hasta el técnico argentino fue donde Arturo Vidal para consolarlo con un abrazo mientras el chiquillo no podía dejar de llorar.
Y, para rematar el partido, los chilenos -tanto en graderías como en cancha- estaban con unas tremendas ganas de linchar a ese árbitro de mierda. En cambio, el oligofrénico ése vestido de amarillo canario se mandará un informe de antología que terminará de aplastar al equipo chileno.
¿La pillería del chileno? ¿Cuál?

15 de julio de 2007

A propósito de la felicidad



Como me resulta casi imposible evitar reflexionar acerca de todo lo que me ocurre, lo que no; lo que ocurre a mi alrededor, entonces me veo ante el imperativo de darle un tiempo a esto de la felicidad y -como buena pesimista que soy- requiero algunas pruebas acerca de si fui feliz antes, cómo ocurrió, si soy feliz ahora y si podré seguir siéndolo.




¿Y de qué forma puedo afirmar que antes fui feliz? No mediante las palabras, porque se las lleva el viento. Las fotografías me resultan, de esta manera, la forma más patente de saberlo, porque sacarme una sonsira verdadera no es tarea fácil y quién mejor que yo para poder distinguir las forzadas de las auténticas.

En las fotos de arriba, pues en la sepia tenía tres años, una familia unida y un hermano de un tierno año de edad ¿cómo podría estar triste?

En la imagen playera, iba directo a una de mis pasiones juveniles: tomar sol hasta quedar como jaiba. Y más encima muy bien acompañada por mi madre y mi tía.

Y el día que se tomó la foto con mis amigos, fue el 14 de septiembre de 1998, fecha en que juré como abogado ante la Corte Suprema. No me importaba tanto el título, como la misión cumplida y la felicidad de quienes me rodeaban.




O esa foto de arriba, en que me moría de la risa por uno de los chistosísimos comentarios de mi hermano.

A la izquierda, estaba doblemente feliz: con mi peso ideal (soy de las que suben y bajan constantemente) y encima de todo, en una etapa profesional llena de reconocimientos.

En ésta, reside una de mis felicidades y empuje para mi vida: mis gatitos.

Acá, la felicidad me la daba la sensación de independencia y libertad.

Y en la última, sangre de mi sangre: mi sobrino Joaquín, quien está ad portas de su primer año completo de vida.
Las fotografías son historias contadas en una sola imagen.

Ésta es parte importante de la historia de mi felicidad.

13 de julio de 2007

Heme Aquí

Recuerdo muy bien que el año pasado realicé un par de entradas con un título casi igual. Esa vez escribí lo que sigue:

Aquí
He aquí la torpeza
he aquí la ineptitud
Acá reside la ingenuidad
de vez en cuando la perdición
y el olvido

He aquí la belleza
claridad en ocasiones
Acá madura un seso
acá se marchita
y perece

Aquí van las palabras
las queridas,
las vomitadas

He aquí mi ego
mi alter,
mi pequeñez
Heme aquí.

Aquí otra vez
Heme aquí
cocinando

las manos ásperas,
la piel curtida
Acá está la cocina
por ahí los condimentos

Me asalta el ajo
que emana de mis dedos
Las ollas bullen
en la cocción diaria

Me estoy cocinando
de a poco
Ya casi estoy "al dente"

Para la primera de esas pseudo rimas, me estaba sintiendo medio perdida y para la segunda, harto choreada de vivir metida en la cocina.
Es curioso cómo da vueltas la vida y yo, la más pesimista de todas, me veo en la necesidad de reconocer que las cosas pueden variar para mejor. Que este año no tengo casi nada de qué quejarme. Es muy cierto que después de estar de pie o sentada por un rato, se me escapa un Aggggggg de dolor físico. Y es que un desgarro en plena espalda no pasa desapercibido (cosa que bien saben los futboleros).
Sin embargo, por más fuertes y hasta invalidantes que sean, más me hacen reír o rabiar. No me desaniman.
Será acaso este existencialismo al peo que rige mi vida. Mmm...sí, yo creo que es eso. El punto es que para mí siempre prima el dolor del alma por sobre el físico.
¡Y ahora mi alma anda contenta y esperanzada!
Esa es la gran novedad de mi vida. Ésa es la que me hace sentarme a escribir ahora, a pesar que mi espalda se está partiendo en dos. La misma que me hace levantarme feliz de la vida con cuatro grados bajo cero y partir a la pega cargada como un burro (ya, cada uno va como puede), volver con las patas arrastrando y curcuncha como viejuja de 105 pero feliz igual.
HEME AQUÍ, FELIZ!!!

5 de julio de 2007

Y volé


Claro que me costó harto despegar. Los primeros minutos no sentía realmente miedo pero mi voz delataba algo que hasta mi mente lograba esconder de mi: El terror a hacerlo mal. Luego de algunos minutos hablando, sin embargo, noté mi voz más firme. Ese timbre lograba llenar la sala por momentos.
Así, me fui afirmando hasta desviarme absolutamente del tema (estatuto administrativo) y pasé por economía, seguridad social internacional, experiencias comparadas y hasta Francis Fukuyama apareció con su fantasmagórica visión de la sociedad. Ahí no solo volé, sino que me dio el cuero para hacer piruetas y acrobacias varias, bajé planeando y aterricé en el coffee break.
Obviamente, esto no hubiera sido posible sin "a little help from my friend". Mi amiga M, quien ha sido un diez conmigo, fue capaz de notar precisamente cada vez que yo empezaba a teclear y, como que no quiere la cosa, metía su cuchara a modo de intervención coloquial cada vez que yo empezaba a hacer agua. Entonces, yo la escuchaba con atención y lograba retomar el hilo conductor. Fue una ayuda invaluable y un puntal, porque tenía la certeza que, ante mis falencias, ella podría -con gran sutileza, por cierto- sacarme del hoyo y hacerme reflotar.
Así todas las turbulencias de mi vuelo se disiparon y logré aterrizar con propiedad.
Listo, primera charla en dos años, salí adelante y para la próxima les cuento cómo lo hice.
Por hoy, misión cumplida.

4 de julio de 2007

Learning to Fly


Into the distance, a ribbon of black
Stretched to the point of no turning back
A flight of fancy on a windswept field
Standing alone my senses reeled
A fatal attraction is holding me fast,
How can I escape this irresistible grasp?

Can't keep my eyes from the circling sky
Tongue-tied and twisted just an earthbound misfit eye

Ice is forming on the tips of my wings
Unheeded warnings, I thought I thought of everything
No navigator to find my way home
Unladened, empty and turned to stone
My sole intention is learning to fly
Condition grounded but determined to try
Can't keep my eyes from the circling skies
Tongue-tied and twisted just an earthbound misfit eye

Above the planet on a wing and a prayer,
My grubby halo, a vapour trail in the empty air,
Across the clouds I see my shadow fly
Out of the corner of my watering eye
A dream unthreatened by the morning light
Could blow this soul right through the roof of the night

There's no sensation to compare with this
Suspended animation, a state of bliss
Can't keep my mind from the circling skies
Tongue-tied and twisted just an earthbound misfit eye