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26 de febrero de 2007

Te conozco


Cuando llegas, te cuelas siempre entre el fraseo de las palabras ajenas. Te dejo entrar...no, a decir verdad no lo hago pero aún no aprendo a cerrarte el paso.

Y te vas desplazando, lentamente, con sigilo. Intento obviarte, te prometo que trato de no acogerte. No te quiero acá, te quiero lejos de mi. Ojalá me olvidaras y yo me olvidara de ti para siempre. Sería un regalo solo conocerte de oídas o por haber leído de ti en una revista olvidada. Pero te conozco ¡Maldición!

No sabría decir cuando fue la primera vez que, subrepticiamente, te incorporaste en mi vida. Si hubiera sabido de ti, pues no habrías podido abrirte camino, para acompañarme a la fuerza.

De vez en cuando logro expulsarte y, cuando te vas, se va contigo esa venda oscura que me ciega. Vuelvo a ser yo, dejo de escuchar tus lamentos y nuevamente tengo un destino, un norte, una ambición.

Cuando llegas cierras mis puertas y te quedas con el manojo de llaves que pende sobre mi cuello. Lo tomas con propiedad...porque me conoces. Me conoces más de lo que yo quiero saber de ti.

Tú lo quieres todo y a veces casi lo logras.

Una vez que me has tomado, sabes cómo conseguir que cada mal paso se transforme en una tormenta. Me halas los pies y no me dejas avanzar, me hipnotizas y te sigo, te sigo aún cuando no es lo que quiero.

Entonces, cundo ya me tienes en el suelo, hundida en la podredumbre de mi (aquella que reflota contigo cuando apareces), te exorcizo, te escupo, te tomo por el cuello e intento ahogarte en una batalla que parece interminable.

Luego me desvanezco yal despertar ya no estás pero no te has ido, me acechas, me buscas, me esperas, hasta volver a colarte en los siseos ajenos.

23 de febrero de 2007

Para morir mejor


Hace falta haber vivido un momento siquiera. Puede ser uno largo que supere las expectativas de vida del más aferrado a la existencia o tan siquiera haberse impregnado con el aire poluto que corrompe bronquios y pulmones.
Es necesario haber cometido pecados y sentirlos desgarrar la carne. Aún nacer podría ser un pecado. Los habemos que ya llevamos largos años tratando de afirmarnos sobre nuestros pies, rodillas, palmas, mejillas.
Hay quienes están convencidos de hacerlo todo bien o al menos, creen estar perfectamente encaminados hacia la dirección correcta ¿sabrán que la dirección de todos nos lleva inexorablemente a un establecimiento funerario?
Los habemos pesarosos, cansados y con las rótulas bien molidas. Los hay triunfantes, arrimados a las cumbres de sus propios sesos, tocando las nubes con las puntas de sus dedos.
Los hay sufrientes, doloridos. Otros rompen en llanto de emoción porque algo hermoso les ha acaba de pasar.
Algunos están dando en este instante sus últimos estertores y otros tantos brindándole a este mundo su primer llanto.
Los hay contemplativos, ejecutivos, durmientes, amnésicos, atrasados, culpables, píos.
¿Cuál será el adjetivo calificativo que mejor debiera definirnos a la hora de la muerte?
A la hora de mi partida, podrán decir que morí cada día intentando vivir.

22 de febrero de 2007

Plaza de inmigrantes



Se sentó en uno de esos bancos de una plaza en el barrio antiguo de Santiago y se dispuso a comer sus galletas y beber su gaseosa. La gente paseaba sus perros y uno que otro adolescente daba vueltas en bicicleta.


Sobre la gravilla de los caminos interiores pudo ver gran cantidad de papel picado


-Signo inequívoco de la celebración pasada, pensó. Aquella que ya no visita aunque siempre recuerda con ternura infantil.




Esa plaza significa tantas cosas en la vida santiaguina como en su propia existencia. De cierto modo le pertenece.


Las personas que hoy habitan los alrededores tienen un acento diferente. Visten distinto y es fácil notar que son extranjeros. Se ven felices.


- ¿Lo serán realmente? Piensa mientras ve como una de sus galletas cae y es atrapada por una paloma.


¿Se puede ser feliz en un país ajeno, en donde te miran casi con asco y eres constante objeto de miradas indiscretas, de comentarios entre dientes siempre muy poco amistosos?


-Parece que es posible (lo dijo en voz alta casi sin percatarse).


Hijos del rigor. Nunca le gustó la frase pero es muy cierta: Los hijos del rigor han aprendido a curtir su propia piel, a ser felices y disfrutar lo que han logrado, sea mucho o poco. Eso no importa. Ellos llevan su frente en alto, porque han luchado, solo han conocido de sacrificios y es parte integrante de su diario acontecer. Son felices porque deben serlo para vivir, porque necesitan ese aliento especial que los siga guiando en su lucha por sobrevivir, porque lo llevan en la sangre y en los genes. Los mismos genes que otros desprecian sin saber que no solo marcan sus rasgos, sino también su carácter.

18 de febrero de 2007

El cambio es permanente, dicen

Estaba buscando alguna plantilla interesante, cuando me mandé grosera embarrada y borré -sin quererlo así- mi plantilla anterior. Irrecuperable pero no me quejo, encontré ésta que me encantó por su simpleza y sus colores. Estará sombría y algo perturbadora pero me gusta así.

Ah, algunas cosillas se me borraron (como los links) así es que les agradecería mucho si me mandaran sus URL para volver a linkearlos.

Nada más eso.

17 de febrero de 2007

Cumpleaños ¿Fatal?


Desde los ya inmemoriales tiempos de mi infancia, los días previos a mi cumpleaños han sido horrorosos.

Alguna vez estuve con peste, otras, ocurría alguna desgracia imprevista en mi familia.

Recuerdo casi con claridad (ha pasado mucho tiempo ya) en que 3 cumpleaños seguidos que pasé en la playa me di feroces porrazos el día antes, que me andaban trayendo con tremebundas costras en las rodillas y más apaleada que perro de pelea.

Hace unos años, mi casa se incendió la madrugada anterior a mi "feliz día". Fue un incendio de proporciones, llegaron todas las compañías de bomberos de Santiago, TODAS. Por los techos mi casa era un infierno amaneciendo. Por los suelos, una piscina cableada de enormes mangueras. En ella chapoteábamos mi familia, los bomberos (unos veinte, por lo bajo), los vecinos, los muebles. Demoraron casi 4 horas en apagarlo.

Nosotros nos demoramos casi dos meses en rearmar lo quemado, lo barreado y lo estropeado.

Entremedio hubo varios otros desastres pre cumpleaños que ya ni recuerdo.

Como este año no podía ser la excepción, el jueves tuve un accidente. Se me cruzó un colectivo y por andar cazando moscas con el hocico, ni me percaté que lo tenía en frente sino cuando ya nos distanciábamos por apenas un metro. Ahora, en vez de pagar ciertas cuentas atrasadas, tuve que comprar repuestos para el "señor del servicio público de pasajeros", pagarle a un desabollador, tengo un pasajero del colectivo que se anda haciendo el herido (se enterró un alambrito que andaba trayendo en el labio inferior y alega que le significan al menos dos días de licencia...¿será modelo para crema de hombres?). En el ínterin, me está llamando para cobrarme, una clienta con una vida bastante desfasada que se arrepintió de las demandas ya presentadas y quiere su anticipo de vuelta. En otras palabras, cree que mi trabajo es gratis, así como mi tiempo y las increíbles molestias. Eso, sin contar un cliente "TOP" que me hizo trabajar en año nuevo, redactarle como cuatro contratos, revisarle uno en inglés de carácter internacional, por lo cual le cobré un miserable, verde y asqueroso moco que no está dispuesto a soltar (hace como un mes que despareció de la faz de la tierra).

NO QUIERO FIESTA DE CUMPLEAÑOS NI CANCIONCITA DE CUMPLEAÑOS FELIZ

QUIERO UN SAHUMERIO

14 de febrero de 2007

El cliché de mi cerebro de broca


Me dice que el amor no es tal a menos que aceptes al otro.
Me grita que no hay que dejar escapar al ser amado.
Me compele a postergarme en pos del otro.
Me empuja a ver en todos sus buenas intenciones.

El cliché de mi cerebro de broca me hace decir unas cuantas cosas
y me hace callar la mayor parte del tiempo.
Me insiste: no hieras a otros, no desampares a otros.
El cliché de mi cerebro de broca me está socavando el corazón.
Ése que me dice que no puedo quedarme sola
que tiene lugar para unos cuantos y no para todos
ése que se revoluciona cuando recibe lo que está esperando
y se vuelve mustio cuando la sangre no le alcanza.

El cliché de mi cerebro brocado les desea a todos un feliz día.
Y mi corazón replica: Sin chocolates, ni globos ni flores.
Que sea un día de acciones sin bolsa;
que sea un bolsón de sentimientos reflotados,
un lago estanco colmado de flores de loto,
de árboles con copas ululando en el viento,
de lunas y estrellas, de sol y de calma.
Un día de vida, un día vivido con el corazón repleto.

11 de febrero de 2007

Llegando a los 35

Anoche me senté en una silla ajena, dentro de un patio que no es el mío, contemplando una constelación de estrellas cercanas. Una localidad del Sur, calma, serena, tan ajena a mi realidad y a mi vida como mis últimos años de existencia.
Me sentí sola, más sola que de costumbre y al mismo tiempo -y como muy contadas veces en mi vida- parte de un todo. Un todo que jamás alcanzaré a dimensionar ni a sentir completamente mío.
Mi piel era como un mapa con todos los caminos recorridos, los nunca pisados, los que abriré, se han cerrado, se cerrarán y los que yo he clausurado.
Percibí la incontable cantidad de fracasos que llevo puestos, los anhelos truncados, mis pocos logros (todos inmateriales, cuestión de la que no me quejo en lo absoluto).
Fue una noche extraña, sin frío ni calor, sin brisas, sin ruidos, una noche en que fui perfecta en mi pequeñez, tanto como una célula del cuerpo de un gran mamífero, tanto como las estrellas bajo mi cabeza y frente a mis ojos. Imperceptible en la inmensidad, como en el diario vivir.
Innecesaria y prescindible, como nunca he querido ser, como jamás podré evitar.
La tristeza de lo ineludible casi arranca lágrimas de mis ojos nublados
¿acaso notaría que una estrella se ha apagado en el firmamento hace ya millones de años?
Un astrónomo...un astrónomo
Nadie nunca me ha encontrado en 35 años
¿cuántos más hasta que me extinga; hasta que llegue la ola que arrastra arena en una noche constelada?

5 de febrero de 2007

TONT@ GRAVE

Luego de haber recibido un par de críticas (que yo considero malsanas y faltas de la suficiente inmersión en mi mundillo blog), me he puesto a pensar ¡Sí, pienso! en aquéllos que agarran el diccionario de Armando Guio y, con él en mano, se dedican a escribir "profundidades". No son precisamente cosas doctas ni tampoco intelectuales, en la propiedad del término. Más bien, creen que están haciendo algún tipo de aporte cultural a través de sus blogs, utilizando palabras rebuscadísimas o hasta inventadas pero que suenan difíciles y bien por ellos si de verdad piensan que éso los transforma en seres intelectuales y con una sapiencia mayor a la del resto. Ha de alimentarles el ego y llevarlos hasta las nubes, como si fuesen globos inflados con helio.

Lo que de verdad me molesta y llama profundamente la atención es que miran el resto de los blogs por debajo de sus hombros, como si todos los demás estuviéramos comiendo plátanos en los árboles.

Personalmente, soy una convencida que las cosas simples de la vida son las que realmente importan y denostar un escrito solo porque habla de esas simplezas me parece grosero.
La vida, la muerte, el calor, el miedo, los chascarros, incluso, encierran toda una maraña de realidades que se cruzan y que hacen empatizar o disentir. Logran, en definitiva, la comunicación verdadera.

Yo no abrí el blog para sentar bases ni dictar cátedra. Lo abrí porque me gusta escribir, porque creo que muchas que las cosas que digo, que vivo y que pienso valen la pena ser comunicadas. Puede ser solo para pasar el rato, a veces son para pensar, otras para divertirse, soñar o rememorar sentimientos que están diseminados entre mis letras. Algunos empatizan con mis historias y otros se sienten completamente ajenos a mi mundo. Todos son bienvenidos acá.
Lo que no me agrada es la grandilocuencia y el desprecio. Si no te gusta el blog, pues no vuelves y punto...pero si te das el tiempo y el trabajo de escribir un largo comentario para hacerme ver que mi blog "es pura superficialidad", yo creo que tiendes más a empatizar que a denostar y, por lo tanto, no lo estoy haciendo tan mal...

Nota: Este post nació de unos comentarios poco amigables a un post que está más abajo.

1 de febrero de 2007

"the lion sleeps tonight"

Esta canción no fue un descubrimiento personal. Es más, me demoré su resto en comprender que iba dirigida a mi.
Estando en primer año de carrera, cada vez que pasaba cerca de un grupito liderado por el Sapo Jeria, alcanzaba a escuchar el inicio de la canción, seguido del infaltable "wimoweh". Más tarde, el "wimoweh" fue reemplazado por su grupo de canto por mi nombre y primer apellido. Calzaba perfecto.
Recién ahí, la muy pájara, caí en cuenta que esa era MI CANCIÓN. Memorables recuerdos universitarios (como otros tantos) y sorprendente capacidad la del sapo para captar la coincidencia.
Ya posteé alguna vez esta canción, en su versión de Paul Simon pero bien vale la pena una repetición.