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28 de mayo de 2008

Tragedias

Primera patita:

Si fuera por tragedias, creo que podría competirle de cerca a Scaramelli.
A veces sin embargo, va a ocurrir una seguidilla de calamidades a ciencia cierta.
Eso me ocurre hoy pero me he enterado que la primera de las tragedias podría no concretarse y recién entonces me di cuenta que era una calamidad necesaria. Bastó eso para recibir ayer una balde de agua fría: esa espantosidad no llegaría a ocurrir ¡Y eso sí que es desastroso!
Por suerte, al parecer, va a terminar siendo una realidad y es increíble cómo me pone de contenta que ocurra la primera calamidad de las muchas que están por venir (Ojalá que suceda y que sea para mejor, claro está).

¿Se entiende algo?

Segunda patita:

A veces uno se da cuenta a tiempo que quiere a alguien a quien pensaba detestar justo antes de perderlo, lo que es mucho mejor que lamentarse llevando flores a un parque de cuerpos inertes

En fin...

ARO, ARO, ARO...

27 de mayo de 2008

Soy

Soy la que se va de las manos como arena
Soy la loca de los gatos
Enfermera de las delicadezas
Soy la que no llora y nunca tiene pena
Soy tan distinta y tan igual
como la roca golpeada por las olas
Soy la no viva que a veces despierta
Y soy, estoy
Como sea
Y hasta donde llegue.

18 de mayo de 2008

Arrumacos

Nunca tendí mucho a ellos, supongo que mi formación cuasi militar tiene algo que ver. Odio los abrazos (en realidad no los odio, solo me incomodan un poco).

Pero sí soy una mujer de tacto, me gusta sentir la piel de otros, sentir su cercanía. las tomadas de manos son mis preferidas. Recuerdo que después de romper un largo pololeo, andar por la calle sin que nadie me tomara de la mano era una sensación de desprotección enorme, un vacío casi insuperable.

Ahora me siento así y es que el único ser viviente que me acaricia es mi gatito Simón, quien me toma la cara con sus manitos y empieza a besuquearme como si fuera Rodolfo Valentino.

A veces siento que quizás mi sobrino se sienta poco amado por mi, precisamente por mi reticencia a entregar cariño físico. Aunque no, él sabe que lo quiero, que me gusta jugar con él y que hasta besitos le pido y le doy.

Yo, que siempre me consideré tan independiente para casi todo, estoy sintiendo esta inmensa necesidad de ser acariciada, como una gatita mimada.

Pero ¿cómo inspirar ternura cuando llevo siempre esta máscara hostil y de autosuficiencia?

Difícil tarea, aunque no imposible



En todo caso, esta manito es del Martín, un gatito algo grandulón...

3 de mayo de 2008

de a pichines

lo que, claro, nada tiene que ver con que meando esto se me vaya a pasar.
Una semana relativamente tranquila, con poquito trabajo y mucha entretención gatuna.
Es hermoso ver como una de mis gatitas, Cleo, adoptó a Simón, el nuevo integrante de la familia.
Pero Simón no es ningún quedado y solo le falta conquistar al Martín y la Lunita.
Yo calculo que un semana más, tendrá 5 madres solícitas y un tío muy paternal.
No estoy en la gloria pero al menos me afirmo del borde del abismo, lo que no es tan malo.
Por ahí aparece el Chapulín Colorado y me "aventa" a tierra firme y segura...