
Todas las culturas y religiones de nuestro mundo y del antiguo hablan de un principio y de un fin.
Para los científicos, el inicio del universo fue el Big-Bang. Sin embargo, no pueden explicar de dónde vino, porque si en principio no había nada ¿Cómo pudo la nada explotar? Y aún cuándo eso fuera posible ¿a raíz de qué iba a hacerlo?
Para el misticismo, llámese fe, religión, mito o como se prefiera, hubo un creador. Algo o alguien a quien se le ocurrió (vaya uno a saber de dónde le vino la inspiración), crear el universo, la vida y la muerte.
Hubo una cultura, sin embargo, que fue más allá: Los Mayas. Ellos se dedicaron a observar el comportamiento del cosmos. Crearon un calendario casi infinito y perfecto, definieron eras, estadios de la vida y establecieron una conexión directa entre nosotros y el resto de la galaxia.
Para los mayas, cada ciclo humano sobre la tierra dura algo así como 5.012 años. Dentro de cada una de estas eras, una civilización humana se ha desarrollado. Al cumplir su período, la tierra ha experimentado grandes cambios y ha dado paso a una "ascención" del ser humano hacia etapas de mayor evolución. Incluso la desaparición de los dinosaurios coincide a la perfección con el término de unos de esos ciclos establecidos por la cultura maya.
Los últimos 20 años de cada etapa eran llamados el "tiempo del no-tiempo". Periodo caracterizado por gran efervescencia, grandes cambios científicos, climáticos y la culminación de la civilización hasta entonces conocida. Es el momento de desprenderse de los errores basales, puesto que ya la civilización ha alcanzado su plena madurez y solo falta la "purificación" para pasar al siguiente nivel. Purificación significa también destrucción de lo hasta ahora conocido pero para los mayas, esta, la quinta civilización según sus estudios, requiere una transformación y la liberación del Miedo, base de nuestra sociedad. Reconocer que somos parte integrante de la galaxia (que para ellos es un ser viviente, así como el sol y el propio planeta tierra).
Según ese calendario, estamos viviendo el "tiempo del no-tiempo" desde 1992 y acabará la penúltima semana del año 2012, más exactamente, el 23 de diciembre.
Basados en sus conocimientos astronómicos y en otros que se desconocen, los mayas realizaron 7 profecías respecto de nuestra era. La última de ellas referidas a nuestros días. Si bien son algo difusas, no dejan de tener gran semejanza con nuestro acontecer actual.
Otras culturas, profecías y creencias que en nada se relacionaron con los conocimientos mayas dan también descripciones de tiempos, situaciones y fechas que coinciden con éstas.
Tampoco se puede negar que hay otras tantas creencias actuales que se aprovechan de dichas posturas, redituando descaradamente con el temor de la gente frente a la posibilidad del Apocalipsis.
Personalmente, me emociona la posibilidad del cambio, de encontrarme con una sociedad diferente, más armónica, menos temerosa y más contemplativa. El fin del mundo no me atemoriza, ni como creencia, ni como posibilidad cercana.
Sin embargo, cada cual es dueño de reflexionar sobre esto y considerarlo charlatanería, mitología, posibilidad o realidad evidente.
Da para pensar.