Son las 5:30 am. No vengo de ningún carrete, no hay rastros de copete en mi torrente sanguíneo y solo la nicotina podría considerarse un factor (bueno, ya, tambíen la cafeína).
El hecho es que no estoy segura si estoy levantada muy temprano o demasiado tarde.
Es una verdad tremenda eso de que todo depende del prisma.
Así como una amiga suele ver el vaso medio lleno, yo lo veo medio vacío.
Así como hay quienes me quieren, a veces me parece poco.
Así como una vendedora opinó que le compraba demasiados juguetes a mi sobrino, yo me sentía culpable porque no le compré el que yo quería.
Así mismo, así, así, ignoro si es muy tarde o muy temprano.
¿Por qué preguntarse estas cosas a estas horas? Simple, porque la energía me recorre entera y me parece un despropósito doblarme para caber en el sobre, cuando las hojas aguantan harto todavía y no veo por qué dejar de escribir (metafórica y realmente).
En fin, como el divague se hace grande, mejor dejo el blog por esta noche/mañana y continúo después cuando se me ocurra alguna cosa entretenida o importante que contar.
So long, Fer Well, auchtwidensen, good bye, tan tara ran ta ran tan tan, tan tara ran tan tan....
Don Heraldo y las caricaturas
Hace 6 años.