Y aunque busco y rebusco, no encuentro miguitas ni guijarros. Creo que me perdí. Y ya no tengo a donde volver, la casa que habitaba no existe, mi cobijo se ha escapado. Pero todo está cerrado, no tengo cómo salir ni cómo volver a entrar.
Extraviada como la mirada de un perro callejero. Extraviada como él. Sin casa, como él.
Y nadie lo sabe, porque nadie me busca. Me perdí la media tarde de un día caluroso.
Entre las gentes, a media calle, bajo el sol.
Me perdí
Espero que te hayas reencontrado.
ResponderBorrarDe repente me acorde de ti.
acabo de visitar tu blog y fue agradable percatarme que compartimos tendencia política. Un abrazo
ResponderBorrar