Hoy por la tarde salí a caminar (o encaminar a una prima). Así aprovechaba de no dormir tanto y calentar un poco el cuerpo en vez de convertirme en el invernal oso de peluche en que me transformo todos los años producto del frío: Soy intolerante al frío. Muy capaz de ponerme un pantalón sobre otro, mientras debajo uso calzas gruesas, dos pares de calcetines y zapatos lo más forrados y lejos del suelo posible. Arriba, siempre 2 beatles, un sweater sin cuello y otro con cuello, más un cuello polar y un abrigo o chaquetón gruesos. Lo único que no me pongo son pasamontañas y mitones.
En todo caso, aún no, pero en junio, ya no me veré de tanta ropa.
En eso, debo reconocerlo hidalgamente, me importa un comino verme sexy y se va al tacho de la basura eso de "para ser bella..." Lo sexy, para una casa calentita (22 grados hacia arriba) o de frentón el verano, siempre y cuando no me vaya a pillar pasada de peso, como me ocurrió este verano, en que lo único llamativo que pude usar con tranquilidad fueron escotes (que me abrieron varias puertas y me evitaron pasar por debajo de los detecta metales en muchos servicios públicos: Este país machista...tiene sus gracias, hay que admitir).
La mayoría de las mujeres, sin embargo, son muy capaces de agarrarse una pulmonía con tal de lucir despampanantes el año entero. La verdad es que no sé si encontrarlas francamente estúpidas o sacarme el sombrero ante ellas. Si me castañean los dientes al ver a muchas de ellas con falditas cortas, blusita de seda escotada y zapatos taco aguja bien abiertos por donde se cuela todo el viento, el agua y el barro del invierno. Yo simplemente no puedo. Si el año antepasado usé hasta orejeras!!!
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