Subscribe:

25 de noviembre de 2006

Relato erótico...

Siguiendo con el tema (obvio, si ya me engolosiné y no lo voy a soltar tan fácil), les dejo un relato que escribí en junio, llamado "Un encuentro":

Se me acerca con su pelo cortísimo, rubio entrecano.
Sus ojos, potentes, luminosos.
Tiene unas suaves manos pero fuertes a la vez: Cuadradas, huesudas y hábiles, tan hábiles que casi me entrego a ellas con tan solo mirarlas.
Me susurra palabras que no alcanzo a escuchar.Solo oigo un "no te preocupes, todo con suavidad, relájate".
Y le obedezco: mis músculos se descontraen y mi mandíbula inferior baja, dejándome la boca entreabierta, para él, para aceptarlo a él, para recibirlo a él.
Mientras me mira, veo en sus ojos todas las tonalidades ocres y turquesas que un par de iris puedan contener.
El diván es cómodo y me siento casi zambullida en él, como flotando. Cierro los ojos, pensando en nada, solo lo que viene, aunque el momento no lo tengo claro.
De pronto, se acerca más a mi y me penetra. Tan simple, tan certero. Es un primer dolor. Luego empieza el movimiento. Es acompasado, como buen hombre venido del trópico. Y me penetra otra vez: ya no duele, ya no siento su macumba en mi interior.
Me acuerdo del candomblé mientras escucho tanto ruido en su maniobrar certero.
Mis ojos se mantienen cerrados.
Podría mirarlo en este minuto de completa entrega, pienso. Sin embargo, un extraño pudor me lo impide. Algo dentro de mi me dice "no abras los ojos, él sabe lo que hace, si los abres, podría sentirse perturbado". Continúa penetrándome, una y otra vez, con todos esos tambores resonando entre mis sienes.
Impensadamente, acaba. Para mi han pasado apenas cinco minutos, para el reloj, casi una hora.
Me destapa, invitándome a incorporarme.
Se despide con un incomprensible beso en la mejilla y me dice "qué tal el martes, a la misma hora".
Respondo escuetamente y un poco perdida: "OK, nos vemos el martes". Mientras me abre la puerta me recuerda: "Este tratamiento de conductos está terminado sí o sí el martes, así es que no te preocupes. Ah, no tomes analgésicos"

15 OPINAN ¿Y BOSTON?:

  1. Genial, Genial...que quieres que te diga....es así como se siente la primera vez....el famoso tratamiento...quien no lo ha vivido alguna vez.....

    ResponderBorrar
  2. Pucha Simplemente, gracias. De no ser por ti, este post se queda sin comentarios...

    ResponderBorrar
  3. Wuajajajajajajajajajajajajajaja.
    Casi me caido del sofa de tanto reirme, quien lo diria si sólo ayer se encontraba entre las penumbras, sigue así mi amiga, que la vida se disfruta más de este lado del espejo.
    Buenos los monos eroticos.
    Buena la pintura de la rosa, se agradecé la perpetuidad.
    Cariños
    Yo.

    ResponderBorrar
  4. Tú, pues (quién más): Me alegro que te hayas reído con los últimos posteos. Después de todo, el blog podrá tener muchas aristas y objetivos pero lo que más me gusta es que puedo ser todo lo lúdica que soy mentalmente y que en persona me cuesta un mundo demostrar.
    Y ya se que la flor quedó horrorosa, por decir lo menos, pero a mi me gusta harto.

    ResponderBorrar
  5. Ayyy, me dolió. Es cierto que casi nunca te dejo comentarios pero sí que te leo.
    Prometo volver más periódica la publicación de comments en tu blog
    PD: Volví el martes, no me podía quedar con ese hoyo abierto...en la muela no pienses mal...

    ResponderBorrar
  6. ¡Bueh! No puedo opinar del post... soy muy chico, y quizá me manden preso por atentado contra la moralidad O_O

    Saludos ^_

    ResponderBorrar
  7. Pero Ren, si yo solo conté una ida al dentista...

    ResponderBorrar
  8. Pero no creo que me hayan dejado ir a ese dentista =P

    ResponderBorrar
  9. No será como musho!?


    jajajaja


    Buen relato,

    Un abrazo

    ResponderBorrar
  10. Muchas gracias Teresa,la voy a escuchar de inmediato!!!
    PD: Siempre que entro a tu blog me aparece un mensaje de error pero ahora va más allá la cosa y el explorador derechamente se cierra, mientras intenta infructuosamente abrir otra página ¿será un pop up?

    ResponderBorrar
  11. Marcel, si te han hecho endodoncia, sabrás que es así y si nunca te ha pasado, alguna vez ocurrirá. Entonces te agarras del asiento, te aseguras que el hombre no vaya a querer otra cosa contigo...y te acuerdas de este cuentito para distender tu ánimo...

    ResponderBorrar
  12. Me darías el número telefónico de tu dentista..???? Jajaja!!!!

    Besos!

    ResponderBorrar
  13. Jjajaja, pécora no te l doy de puro picá...no me invitaron las muy yeguas...

    ResponderBorrar
  14. Permiso Karin: (porque claramente la aludes en tu comment)

    Fulerita: nadie invitó a nadie. Yo me invité sola a la casa de la Karin y luego me fui quedando y quedando. Cuántas veces hemos dicho: ya pos juntémonos?... entonces: juntémonos pues.

    Respecto al relato... si... buehhh es que anda cada Dentista con cada Jeringa por ahi...

    ResponderBorrar
  15. Ufff!!! andamos de malas pulgas hoy...

    En cuanto al dentista: No le vi la jeringa ¿viste que yo tenía los ojitos cerrados?

    ResponderBorrar

¿y Boston?