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23 de octubre de 2007

Contrariada


Participando en un debate X de un blog que leo con frecuencia, me topé cara a cara con el más genuino de los cinismos, la hipocresía y la pseudo corrección.

Todo tipo de participantes, algunos con conceptos claros respecto de lo que se discutía, otros saliendo de las cavernas y otros que -al parecer- creen que por leerse las tapas de libros "eruditos", se les metió por osmosis todo el contenido, sin siquiera sospechar que existen los que sí saben de lo que hablan.

Está claro, todo el mundo tiene derecho a emitir su opinión pero hay que saber cuando cerrar la bocaza, sobre todo cuando están hablando de temas que no dominan.

Debo reconocer que me llegó a dar hipo de rabia, sin embargo, nada puedo hacer al respecto.

Pienso, haciendo un paralelo con mi actual pega, que si uno se topa con otro que sabe mucho más y que en base a sus propios conocimientos se ha formado una opinión, lo más atendible es escucharlo y pensar (aunque sea un ápice), antes de volver a la carga con tonteras insostenibles.

El otro día, haciendo clases sobre una ley en particular, uno de los alumnos me increpó, señalando que le gustaría contar con la presencia de otro abogado que estuviera en contra de la legislación, no como yo, porque, según su apreciación inicial, era una defensora a ultranza del sistema sobre el cual estaba dictando la charla. Antes de ponerme a patalear, lo dejé terminar su idea, porque -después de todo- a mi me interesaba su opinión, pues para la platea, él debe batirse con esa ley todos los días e intentar superar sus deficiencias.

Una vez que hubo terminado con su visión del asunto, repliqué. Y repliqué porque definitivamente, yo reconozco que esa ley cojea feo. Le expliqué entonces que, muy por el contrario de lo que él suponía, yo compartía su opinión. Nuestra diferencia radicaba en la forma de abordar el dilema. Para él, había que barrer con todo. Para mi, la labor se centraba en que comprendieran el espíritu de la ley, sus aristas y que debatiéramos, de forma que ellos (los alumnos) tuvieran mejores armas a la hora de abordar el asunto y de trabajar con él, porque, mal que mal, ese sistema había llegado para quedarse, lleva más de tres años funcionando y se proyectan muchos más, sin que exista iniciativa legislativa alguna destinada a sepultarlo.

Luego de ello, iniciamos varias discusiones, debates y talleres. Al finalizar el día, el alumno en cuestión me agradeció por la clase y me pidió disculpas, cuestión que no me esperaba y me pilló de sorpresa. Francamente, a mi me bastaba con que hubiese entendido la ley y participado del debate, porque ésa es mi pega.

En esa ocasión, yo era la "experta", aunque era él quien convivía con el asunto. Pero cada cual tuvo la posibilidad de aportar, de opinar y disentir, sin que nadie tuviera la más mínima intención de ganar ni de pisotear al otro ¿conclusión? En vista que yo lo escuché y él a mi, tuvimos un debate fructífero que nos condujo a algo. Nada de descalificaciones ni arrebatos infantiles. Así vale la pena y es justo. De otra forma, paso.
Sin respeto no se puede ni se debe. Lamentablemente, hay quienes están convencidos que respetar es una corrección política y son incapaces de visualizar ni inferir más allá de lo que su "libre albedrío" carente de discernimiento les dicta.

7 OPINAN ¿Y BOSTON?:

  1. Amiga, estamos muy de acuerdo, pero creo que uno debe estar bastante atento a lo que cualquiera pueda aportar. No sólo los que "saben más" porque esa es una categoría fluctuante y vaga.

    Besos.

    Rabinmaculado

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  2. totalmente de acuerdo y eso es precisamente lo que dije. En la historia que cuento (que es real), escuchar al alumno fue super bueno por varios motivos: él sintió que su opinión era valedera, yo pude nutrirme de su apreciación y todo el grupo salió ganando. Pero la gracia es esa, escuchar. Si uno da una opinión y resulta ser un ladrido de perro para los demás ¿qué sentido tuvo darla?

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  3. No no no no.... a ver... ustedes están flirteando con el asunto. Nada de muy de acuerdo y de cosas por el estilo. Me parece que están siendo los dos (tú y Roberto) bastante políticamente correctos.

    Mire que escuchar al alumno y nutrirse de él y engrandecer el diálogo, Mire (el otro) que hay que estar atento a lo que cualquiera, y no sólo los que saben más, tienen que decir.

    No señores, están los dos equivocados.

    No, mentira, si todo éso lo dije para que les diera risa si lo leen. Estoy muy a gusto con tu post Fule. En primer lugar porque hay muchos que leen las tapas y con cúea el resúmen de la contratapa y ya son "conocedores/as" de X materia. Y concuerdo plenamente con el asunto de que tolerancia y respeto son cosas muy distintas, que parecieran ser sinónimas o con una relación directa. Lo de la relación entre ellas si, éso puede ser aceptable, pero valga aclarar que la tolerancia es mucho menos importante que el respeto.

    Respecto a tu clase, eres toda una maestra, yo lo miro desde el punto de vista del alumno, pues soy alumna en este período de mi vida, y veo que lograste lo que todo Profesor desea: enseñar no sólo contenidos sino que transmitir una enseñanza profunda e imprescindible: el respeto al otro.

    Ahora bien, no estoy de acuerdo con en hecho de que te haya dado rabia algunas cosas respecto a los comentarios en el post X y que no hayas hecho nada. Yo me hubiese tirado a con ladridos de perro a una masacre verbal que te la encargo. Y creo que muchos te hubiésemos apoyado. (esperando, claro, que no hayan sido mis comentarios los que te generaron la rabia). Y tampoco estoy de acuerdo con éso de que emitir una opinión debe hacerse de tal forma que genere algo en la otra persona y no sólo lanzar un tarascón y después virarse.

    Es que en lo personal, me importa bien poco lo que otros opinen, en tanto no opinen de mi vida personal en específico. Es decir, puede alguien decirme: los psicólogos valen callampa, las mujeres son hueonas, las psicólogas mujeres valen callampa, etc. y con esas opiniones voy guardando un rollito de papel higiénico para luego limpiarme el poto con todo éso. Pero, si me dicen: tú eres así o asá, ahí la cosa cambia y pierdo la cabeza, o lloro como hueona o puteo como ídem.

    El asunto es que, tal como lo debes haber leído en mi blog antiguo, actual o quizás nunca en verdad lo escribí, yo me creía tolerante y clever, y me dí cuenta (gracias a un amigo) que no soy tolerante, pero sí acepto a todas las personas y todo lo que hagan. Y respeto a todas las personas y respeto todo lo que hagan, así sea el pelotudo de Lavín o mi bien amado Jodorowsky.

    Tengo una pregunta para ti Fule: ¿Por qué no muestras tu emputecimiento o rabia abiertamente en el blog X? Especialmente si pensamos que en la descripción del mismo estamos todos invitados a hacerlo. Además, creo que tienes santos en la corte y que serías bien recibida en tal actitud.

    Ahora bien, yo ando en una onda muy pa dentro, por éso no me he emputecido, pero en cualquier minuto me sale la fiera que llevo dentro y, a riesgo de que me reten voy y le pongo los puntos a las íes a algunos comentaristas en el blog X.

    Parece que Jodoro.... no se escribe como lo escribí aquí, perdón por las faltas en tal sentido.

    Un beso.

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  4. Chucha, perdón por lo extenso del comment tb, pero ando con ganas de pensar y de expresarme.

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  5. Por fin!!! alguien que piensa antes de tirar las cosas!!!
    Es que ¿sabes lo que realmente me emputeció? Obviamente Bradanovic, no solo por lo que dijo en el blog X, sino porque se mandó un post acerca del asunto, tratando de "estúpido" a aquél que lo increpó en el blog donde todos están solos.
    El caso, como recordarás, es que quienes lo rebatieron a fuerza de ideas y no terrorismo disfrazado de "objetividad", fuimos nosotras. Y puedo ser respetuosa pero otra cosa es aceptar que me traten de estúpida por pensar y estar más preparada para un debate de ideas.
    Me dio rabia pero no le voy a regalar un comentario ni honrar de ninguna forma sus dichos.
    Y tienes razón, Roberto invita a "putear" pero habría sido mucho aprovecharse, porque me habría largado más allá de los límites...

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  6. Fule, respecto al tema de Tom, fui a su blog a leer los coletazos, y sinceramente creo que la idea de Tom es la de tener un razonamiento por encima del de los demás aunque ni él mismo crea lo que dice. No lo conozco más allá pero desde que leí su comparación de homosexualidad con coprofagia me desconecté de él. Con ideas retrógradas como que la homosex es una enfermadad yo no puedo establecer un diálogo y mucho menos me interesa saber lo que él tenga que decir al respecto.

    Es triste ver que personas como él que podrían abrirse a un debate serio, se cierren al sentirse atacados. Pero por otro lado tampoco me importa.

    Claro que tengo mi apreciación personal al respecto. Y creo no equivocarme si te digo que Tom tiene mucho más que decir respecto al tema.

    Ahora, la lata en el blog de Roberto es que siempre aparecen anónimos que no aportan mucho al debate, pues aunque aparezcan personas anónimas la idea es que aporten con algo, o sino qué sentido tiene comentar?....

    Pasando a otra cosa, cachai que el mono que tiene la boca tapada (en la imágen de tu post) tiene tb las piernas ultra cruzadas? Y el mono que tiene los oídos tapados las tiene un poco cruzadas? y el que tiene los ojos tapados no las tiene cruzadas para nada? Curioso.

    Un beso.

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  7. jajjajaja, sí me fijé en las piernas de los monos y quien los haya esculpido le encuentro toda la razón y mucho ingenio, porque escondió su segunda idea y la transmite inconcientemente mediante la imagen.
    Ante había visto esta foto pero pasó sin pena ni gloria.
    cuando la encontré ahora, buscando la imagen apropiada para lo que quise decir, me pareció genial.

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¿y Boston?