Subscribe:

29 de junio de 2007

Cuando el pánico te domina


¿Para qué los voy a latear con mi interminable seguidilla de dolores físicos tras mi estruendosa caída en pleno día de San Juan?

Mejor los aburro un rato, contándoles que me está empezando a dar pánico escénico. Ocurre que en mi pega actual soy algo así como la "gestora de cursos" que la empresa hace en calidad de asesora y consultora en temas legales y médicos. Eso significa desde contactarme con los jefes de capacitación de las servicios de salud en que prestamos asesorías (vamos arando dijo la mosca), ver que el coffee break funcione como debe, hasta ser la goma que acarrea todos los materiales de las charlas y pasar las diapos para cada profe.

Oficialmente, ya estoy incorporada como una más de las profes y lueguito me toca dar una charla sobre un tema en particular.

Acá es donde entra a jugar el pánico, por dos frentes distintos. Ya he dado charlas antes y hasta he sido profesora de algún ramo perdido por ahí en mi escuela, además de los muchos años en que fui ayudante. Eso, sin embargo, no me quita de encima unos nervios de puta madre, porque sufro de pánico pre-escénico, en que ya no me llamo Fulanita A. V. sino que Arcadas A. V.

Sé perfectamente que ese día, previo a mi debut, no podré abrir siquiera la boca, por el miedo a que aparezca Guacolda Ulloa en su máxima expresión. Una vez hechas las presentaciones de rigor, espero cumplir mi pega como Dios manda y no mandarme ningún condoro ni alborotar a mis alumnos con mi propios nervios (Para peor, los "cabros" que irán a clases son médicos y sabidas son las rivalidades profesionales)
La segunda patita de mi pánico viene de la mano de mis mañas y es que me resulta imposible estudiar si no tengo un libro original y de mi propiedad sobre el tema...Y no tengo un maldito libro sobre esa materia!!! No me sirven las fotocopias ni los libros prestados. No pregunten el por qué, simplemente soy así.

Existen dos miserables libros en tiendas especializadas. Uno de ellos es de dos grandiosos y aburridos tomos y cuesta 60 lucas (!!!) y el otro está agotado.

Para colmo, y hasta donde logro recordar, mis apuntes los boté toditos en cuanto aprobé, porque -burra de mi- odiaba el ramo y jamás tuve en ese sentido visión de futuro....

Ahora me voy a tirar a la cama, para panicar sola, mientras los dolores de espalda me acompañan.

Que tengan buen fin de semana....

11 OPINAN ¿Y BOSTON?:

  1. Oye Señorita panico, porque no me das los nombres de los libros yo tengo amigos Abogados y podria solicitarlos que te parece...capasque los tengan...

    Oye estare en casa todo el fin desemana...algo así como un castigo...

    Simplemente una ayudita...

    ResponderBorrar
  2. Ni te preocupes, yo he hecho clases mil años y CADA vez que entro a una sala lo hago con un nudo en el estómago y una mano que me estira y aprieta las tripas, jamás se me ha pasado. A los pocos minutos de estar cuentiando se me pasa completamente pero si tengo clases al día siguiente o en una hora más vuelvo a lo mismo.

    Para colmo yo nunca en mi vida he preparado una clase, siempre entro a capella y soy tan vanidoso que si no me sacan en andas me frustro ene. A veces en la mitad de una clase me quedo sin nada que decir, buscando que mierda hablarles, repasando, haciendo preguntas, etc etc, siempre me saco el pillo pero el terror escenico nunca desaparece.

    Hace años lei dos marmotretos del estatuto administrativo escritos por Silva Cimma, pero creo que los escribió antes de pin8 dudo que tengan mucha aplicación ahora.

    Junta anecdotas, esas cosas les encantan a los giles y se creen que eres experta si -hablando de responsabilidad administrativa o algo asi- les cuentas "recuerdo que hace algun tiempo blablabla" es un truco mas viejo que sentarse en el poto, cuentas algo que leiste como si te hubiera pasado a ti.

    Suerte!

    ResponderBorrar
  3. Fule...si bien es cierto, los nervios son muy traicioneros, ya tienes algo de experiencia en el tema.
    Concuerdo con Juan en que el hablar de ciertas anécdotas jurídicas divertidas o curiosas, calma un poco el ambiente. Sin embargo, el hecho de que sean médicos, hace que sus susceptibilidades sean máximas a la hora de bromear con ciertos temas....ojo con eso....
    El viejo truco de entrar a la sala e imaginar a todos desnudos, desde mi punto de vista, vale callampa; especialmente si te toca gente fea pues el desagrado es tan grande que al final no puedes decir nada más que sandeces, eso si es que no estas todo el rato con una risilla de idiota que te disminuye mucho más ante la audiencia en cuestión....

    Mira, tómalo con calma. Parte de la base que ellos no tienen idea de lo que les vas a hablar; precisamente por eso es que se les haces esta charla. Llévalos a aquella parte del tema que sepas que les va a interesar y no a las típicas partes pajeantes del derecho....porque aquí entre nos, puchas que son pajeros algunos leguleyos....
    Por último, una y mil veces lo digo y lo repito....TENTE FE MUJER!!!!!! (esa inseguridad que tienes ahora es producto de la poca fe que te tienes...vaya tontera esa.....)

    Respecto de la manía o maña de tener libros nuevos, bueno, el ideal es ese pero en vista y considerando que las librerías lucran de manera descarada con sus clientes, obligándolos a dejar de comprar, siempre existirá las interminables páginas de internet que se refieren al tema en particular....desde que existe la web, casi no existe tema del que no se pueda encontrar información. Si no, siempre existirán las bibliotecas de las Universidades que por lo menos mantienen de mejor forma los libros. Tu universidad tiene una muy buena biblioteca, mínimo que alguien la aproveche porque como veo a las generaciones de ahora, con cueva saben leer....

    En cuanto a tus golpes, ya que el reposo no es lo tuyo, las medicinas te dopan por un rato y no cuentas con apoyo de tu familia, te queda hacer lo que hacen los perritos vagos...(no me refiero a lamerte el poto), aguantar, esperar a que pase el tiempo, descansar y encontrar por ahí un amo caritativo que quiera darte una casita y curarte las heridas....resiste que llegará...

    Besos y miradas de ánimo...

    Anonin

    ResponderBorrar
  4. Fule...dentro de los blog que disfruto leer, encontré esta historia que a continuación transcribo y que quiero compartir contigo...medita sobre su significado pues al leerla, inmediatamente pensé en tí:

    "-Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ?Qué puedo hacer para que me valoren mas?

    El maestro sin mirarlo, le dijo: -Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después... y haciendo una pausa agregó: -Si quisieras ayudarme tu a mi, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

    -E...encantado, Maestro- titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado, y sus necesidades postergadas.


    -Bien- asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y dándoselo al muchacho, agregó: -Toma el caballo que esta allá afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

    El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

    En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.
    Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas-y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.

    Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro.
    Podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.
    Entró en la habitación.
    -Maestro- dijo- lo siento, no se pudo conseguir lo que me pediste.
    Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

    -Qué importante lo que dijiste, joven amigo- contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo.
    Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?
    Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuanto te da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas.
    Vuelve aquí con el anillo.


    El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
    -Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender YA,,, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
    -58 MONEDAS!!!!!!!!!!!!!!!!! Exclamó el joven.
    -Sí, replicó el joyero-yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé si la venta es urgente...

    El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.
    -Siéntate- dijo el maestro después de escucharlo -Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?


    Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño".

    Besos

    Anonin

    P.D: No decaigas ahora, ni siquiera por el miedo....

    ResponderBorrar
  5. Fuler, animo, mira que yo tambien he tenido esos episodios en algun momento y comprendo.Se supone que con la edad todo eso mejora, no se yo.Ahora que recuerdo , una vez lei un libro llamado " la musica en la mente" que me ayudo muchisimo de Eloise Ristad, muy divertido ademas,te lo recomiendo.Un abrazo de la aldea.Ari

    ResponderBorrar
  6. Simplemente: Tarde llegué a leerte...

    Juan: Secretín el hombre...Te juro que contaría anécdotas, si las tuviera pero si hay algo que nunca más vi en mi perra vida fue precisamente derecho administrativo. Pero no hay problema, si me quedo sin materia gris frente al tema, chapotearé en otras ramas hasta dejarlos tan confundidos que jurarán que soy capa.

    Anonin: Yo creo que tener temor en este tipo de cosas es casi obligatorio. Si me diera lo mismo, hablaría mal de mi responsabilidad frente al tema y puchas que estoy con las pilas puestas y todas las ganas de hacerlo y hacerlo bien.
    Ahora, por otro lado, si lo hago como las reverendas pelotas, pueden ir a buscarme al metro o al Mapocho...(Ha hablado la pequeña saltamontes)

    Ari: Voy a buscar el libro pero te aseguro que el miedo es cosa viva...

    ResponderBorrar
  7. ¡Pero si las anécdotas no tienen que haberte pasado a tí! el secreto es que las leíste en algún lado y dices "cuando yo trabajaba en el servicio clandestino, para la CIA me pasó algo muy curioso..." , ese es el secreto "miente, miente que algo queda" jajaja! también puedes exagerar algo real etc.

    A propósito no me di cuenta y te escribí con mi "otra personalidad"!!! juan=me es mi primer nombre

    ¡Suerte! aunque supongo que tienes dominada la situación y es solo el pánico escénico que nos da a casi todos antes de salir

    ResponderBorrar
  8. Bueno que le vamos a hacer para la próxima...


    Simplemente en espera de la decisión final

    ResponderBorrar
  9. Don Juan, mire Ud. quién lo diría. Pero hombre, tú ya me conoces y sabes que me cuesta un mundo mentir. Prefiero quemarme las pestañas y saber lo que es toda la teoría antes de mandarme las partes.

    Simplemente: qué lata que en los comments no puedas introducir más HTML, porque de ser así,me podrías haber enviado una cancioncita de Europe (the final countdown)

    ResponderBorrar
  10. y dime porque tendria que ser esta cancion en especial...por tomar la decisión final, es ese el cuestionamiento...

    No siempre es como uno quisiera...

    Simplemente esperando la decisión

    ResponderBorrar
  11. Oops, nop, para nada, ocurre que siempre que estoy leyendo me imagino alguna música de fondo (salvo que se trate de asuntos jurídicos: ésos no dan para imaginar nada)

    ResponderBorrar

¿y Boston?