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28 de diciembre de 2006

Gusto contable

Entiendo perfectamente que las empresas obligadas a llevar registros contables tengan por estos días, álgidos recuentos de haberes, deberes, confección de sus Estados de Resultados de conformidad con su Balance anual y que posteriormente algunas deban publicar sus auditorías.

Es un deber legal. Más específicamente, uno tributario.

Lo que siempre me ha llamado la atención es que las personas lo hagan del mismo modo (las personas humanas, al menos).

Y se ponen de cabeza para analizar pormenorizadamente el año que acaba: Lo que ganaron, lo que perdieron, los errores, los aciertos, los triunfos y los fracasos.

Esta es la semana en que se repasa el año, con estricta sujeción al calendario formal.
Se piensa en la plata ganada y perdida, los amigos que han llegado, los que no se vieron más. Las personas que han muerto y las nacidas. Las relaciones interrumpidas y las florecidas...extraño, solo lo encuentro extraño.

Yo no soy empresa ni persona jurídica obligada a llevar asientos contables y no quiero caer presa de los números, tratando de balancearlos hasta obtener un Estado de Resultados del 2006.
Supongo que la vida es un continuo. Asumo que no puedo hacer un balance. No me siento capaz de envasar ni empastar mi vida en pequeños tomos de 365 páginas c/u. Mucho menos incluirles índice y conclusiones.

El 2006 viví, así como he vivido desde que nací. Nada empezó el 01 de enero y nada termina para mi este 31 de diciembre.

Estoy bien. Antes estuve bien y estuve mal. Hacia adelante será lo mismo...hasta que ya no esté.
Tampoco quiero auditoría externa.

(Probablemente, en un par de días me arrepienta y analice, por enésima vez, todas y cada una de mis viscisitudes y las encuadre dentro del año calendario)

3 OPINAN ¿Y BOSTON?:

  1. Qué buena..! Me gustó tu forma de decirlo... (Tan entrete esta chiquilla...) Igual no dejas de tener razón, uno suele hacer sus balances anuales en estas fechas así como dentro del año se detiene a hacer un pre-balance, ponte tú... Pero las empresas, aún haciendo balances anuales (para fines tributarios), también tienen su ciclo de vida... el tener Estado de Resultados por un ejercicio comercial se suma a resultados anteriores y quedamos con resultados acumulados... como la vida misma..! Pero es muy cierto que nada comienza el 1 de enero ni nada termina el 31 de diciembre, sino que todo es un continuo... Cualquier fecha es buena para analizar un poquito... y de repente una auditoría externa también ayuda (si no, tendríamos a la Sole sin pega, jajaja...) Lo que es yo, más que balances hago aseo... rescato las cosas buenas y gran parte de las malas se van a la basura... el problema son las malas que dejo calladita bajo la alfombra, porque en algún minuto vuelven a salir...

    Que lo pases muy bien esta noche y te apachurren harto a puros abrazos... los saludos, para el próximo año...

    Cariños!

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  2. Karin: Me gustó tu idea del "aseo".
    Aunque igual es una forma encubierta de hacer el balance, voy a aspirar toda la basura que anda dando vueltas y para no tropezarme con ella, en vez de dejarla bajo la alfombra, la dejo dentro de la bolsa de la aspiradora...

    Estamos tan lacios con el calor que dudo que los abrazos puedan ser contundentes (al menos yo casino puedo levantarlos)

    Ah, y claro que me hace falta auditoria externa pero no de fin de año, más bien necesito una periódica, tipín 2 veces a la semana, por a lo menos un par de años...

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  3. Mmmm auditoría externa?... quién me llamó?....

    Fule... estamos =... yo tampoco hago balances ni nada similar... ya lo leíste en mi blog... sólo certezas... pensaré en la necesidad de mi propia auditoría externa, quizás es tiempo de.

    Alfombra con tierra debajo? Bolsa de aspiradora con cosas adentro?... en fin... yo tengo un vaso con aguarrás en el fondo solidificada, a la espera da ser limpiado... aún no puedo.

    Un beso.

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¿y Boston?