Aclaración (que bien vale la pena hacer)

Hace unos días empezó a aparecer en mi blog un parásito de ésos que se cuelgan de los blogs ajenos para que alguien los lea.

Y, por supuesto, lo leí yo y muchos más. Groserías impronunciables, arrebatos y naderías en general. En otras palabras, cero contenido.

No lo borré antes, porque creo en la libertad de expresión y siempre que veo un blog con comentarios suprimidos me da un poco de rabia porque de inmediato pienso que se trata de personas que no toleran la crítica.

Naturalmente, un espacio público como lo es una página de acceso libre, no está libre de críticas y así lo acepté desde un principio: Son las reglas del juego.

Sin embargo, las cosas ya se están saliendo de su cauce: la grosería es cada vez más fuerte y no hay críticas al blog sino simples ofensas a mi persona y a otras que comentan en mi blog.

Así las cosas, y luego de haber leído un comentario en la página del susodicho, supuestamente escrito por mi (hasta un reto me llegó por esas palabras), debo aclarar dos cosas:

Primero, que el personaje será suprimido de mi blog per secula seculorum, pues no expresa nada y -en ese sentido- no creo que esté amparado por la libertad de expresión.

Segundo, que el soez comentario que aparece en el blog del grosero no lo escribí yo y no representan ni mi forma de pensar ni de actuar en la vida. No soy xenófoba, no soy grosera ni desprecio a tal punto a nadie.

(aunque no puedo negar que, cuando leí "mi" comentario, pensé "se lo tiene merecido". Pero hasta ahí llega mi pecado.)