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19 de junio de 2006

Hojas de Otoño

Permanezco inmóvil, sentada en un banco rodeado de árboles otoñales, simplemente fumando.
No simulo apuros que no tengo ni me detengo sobre nada particular. Simplemente estoy, soy.
En frente de la plazuela, otra mujer, yo diría muchacha aún por su aspecto juvenil.
Pelo rizado, tomado recién en la nuca. No sé muy bien desde cuándo está ahí. No la vi llegar ni la observé cuando yo llegué. Pero ahí está, bebiendo algo, se ve agitada, con su bicicleta a un costado. Lleva las mejillas sonrosadas y se le ven pecas interminables. Vestida de impecable buzo blanco con bordes verdes, como las hojas de primavera.
Noté su presencia cuando me sentí observada. Su mirada tiene algo de infantil, mezclada con picardía...o complicidad. Tiene ojos sorprendentemente celestes, envidiables y me envuelven descaradamente.
No sé qué tiene su forma de mirar. Tal vez sea ingenuidad, tal vez es otra cosa. La rojez de su cara se mantiene y me invita con una sonrisa, que devuelvo, obnubilada por su frescor.
Varias ideas me resuenan en la mente, repecto de esta niña-mujer. No alcanzo a prosperar en ninguna de ellas cuando repentinamente se sienta a mi lado y me dice: "Hola, me llamo Daniela". Le doy el mío y por respuesta recibo un beso en la mejilla. Un beso que huele a jazmín del cabo y pomelo. Delicioso aroma, pienso y se lo digo. Se sonroja aún más y reconoce mi perfume.
Sin vergüenzas de ningún tipo huele mi cuello y sentencia "212".
En ese momento hubiera querido tener un libro en mis manos o recibir una repentina llamada al celular que lograra desconectar sus ojos de los míos.
La sensación es embriagante, única. Un cierto júbilo y mariposas ondulantes recorren todo mi cuerpo.
¿Qué me está pasando? Me respondo calladamente que debe ser la juventud que irradia o la novedad de un encuentro semejante.
Incapaz de separar mi vista de su cara, impotente ante su omnipresencia, embriagada de su perfume y su frescura, me despido de ella, la encantadora, aduciendo apuro.
Intenta detenerme pero no puedo seguir allí sin esperar nada, porque en ese momento lo quise todo, la quise toda.
Y la recuerdo, su sola visión en mi memoria me hace feliz.
Me arrepiento de no haber permanecido más tiempo con ella, de no haberla abrazado, de no haber sentido el candor de sus besos y sus suaves caricias.
A veces, por las tardes, la busco, incansablemente pero no aparece ni en sueños. Probablemente sea mejor así: Un eterno recuerdo, un imperecedero "pudo ser".

8 OPINAN ¿Y BOSTON?:

  1. Mire, estimada Fulerita, lo que son las cosas: tengo que contarle que los blogs con muchas féminas visitantes suelen ahuyentarme, es algo en el ambiente...no lo sé...por eso me había mantenido un poco lejos pero siempre curioseando por acá. Cuando los rss me avisaron de su nuevo post, supuse que se iba a llenar de comentarios desenfadados, tal como parecen ser las damiselas que habitan la red, pero ya ha pasado rato y sucede que soy la primera –y desenfadada, lo que se dice desenfadada, no soy...gagá quizás...dadá no sé-...¿será que la Fulerita es ahora amenazante? No vaya a ser cosa que crean que ud. quiere succionarles sus boquitas lujuriosas o les trate de amasar la entrepierna...jajaja...pajaritas ellas...
    En fin, y metiendo mano a su relato –sólo a su relato: el negro y el bulto están para impedir avances- no hay nada como un buen arrobamiento en la memoria, hembra o macho da lo mismo si lo que queda es un buen cuento para irse a la cama.
    Un abrazo
    Pd:...ya, chiquillas, ahora pueden comentar con tranquilidad...

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  2. chaa, Comepinguinos puso "ya, chiquillas" ¿quje van a pensar si salgo ahora comentando?. No a los malentendidos por favor.

    Fulerita aquí va una perla de sabiduría que vi por ahí hace tiempo "la oportunidad a veces golpea a tu puerta, pero si no le abres se cansa y se va a golpear a otro lado".

    Otra "¿para que te lamentas después que ya pasó la micro?", esa se me acaba de ocurrir jaja

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  3. A mis amigos, los atrevidos: Son Ustedes parte importante de mi quehacer en este blog, porque encuentro en ambos mentes desenfadadas, como bien dice Comepingüinos, capaces de mirar la vida, las realidades y los cuentos con la amplitud necesaria, como para no juzgar sino paladear.
    Yo escribo de todo. De pronto, hablaré de filosofía, sin gran conciencia (debo reconocer), a veces, publicaré una receta de cocina que se me acaba de ocurrir, otras, postearé una canción, contaré una historia real o un cuento bien contado, otras tantas divagaré, me quejaré o saltaré de alegría escrita.
    MI blog es un ensayo general de la vida y de la mente, de la realidad o de la fantasía, de lo mundano y lo sagrado.
    Para variar, encontré en ustedes ojos ansiosos de una real lectura.
    Muchas gracias a ambos.

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  4. Ñañe: oiga mi estimada, usted goza de una sensibilidad exquisita. Hasta me da sana envidia de leer su relato cargado de sentimiento y simpleza en el lenguaje, una extraña y hermosa combinación que pocos ilumninados logran.
    Un abrazo.

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  5. ¡¡¡¡al fiiiiin pude entrar a putear este bloger ¡¡¡muyyyyyyyy bueno y entretenido te tengo en mis favoritos wilma¡¡¡
    oigaaaaaaaaa y el cuento ese esta top.....si es que es cuento ,agggajjaja ...infartante .
    te la cuidas wilma .
    lucita sexi de concepcion.

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  6. ¡ay...de cuándo acá tan delicados los chiquillOs!...no se dan cuenta que mi palabreria iba para otro lado.

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  7. Mi imaginación se abrió con tus palabras......impresionante.

    (nada me ha hecho no-venir para su casa. Ya vé que soy las 5 y 04 minutos de la madrugada y acá estoy, con un insomnio de la gran puta y leyendo su delicioso relato)

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  8. Ufff, increible tus descripciones... me la pude imaginar a ella, su mirada, su cuerpo, su tez, sus ojos, toda ella. La describes tan bien, tan apetecible que dan ganas de tenerla frente a uno y no dejarla ir... y tus pensamientos en esos momentos, tan bien descritos que casi pasan a ser de uno mismo. La intriga de un encuentro fugaz, de una historia interrumpida, de lo que pudo ser y no fue. Me encantaste con tus palabras, realmente lo hiciste. Gracias por permitir que me encuentre con este relato... seguiremos en contacto.

    Abrazos y buenas vibras...

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¿y Boston?