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22 de mayo de 2006

ACERCA DEL INTELECTO

Hoy veía la tele ...Noooo, no crean que me acabo de pisar la cola. Era la tele del living y estaba prendida cuando llegué.

El caso es que estaban transmitiendo una entrevista a Carlos Peña, abogado, sociólogo y con hartas ganas de ser filósofo. Él fue mi profesor en varios ramos y verdaderamente lo admiro intelectualmente. Muchas veces, en mi época de estudiante,(aunque, cuento aparte, mi época de estudiante recién terminará cuando deje de mirar con ojos codiciosos algún post grado y me aburra de inscribirme en ellos, asistir a clases y estudiar todo lo que no estudié en su momento: conociéndome, seré la eterna estudiante) me pregunté si el tipo era realmente brillante o un tremendo memorión con conocimientos de folletín en cuanta cosa oliera a intelectualidad.

Con todos mis respetos a Carlos Peña, la duda me sigue asistiendo. No cabe duda de su inteligencia ni de su capacidad intelectual. Nadie podría decir que se trata de un hombre del montón pero me defrauda. No como profesor, porque sí sabe mucho y lo explica con claridad meridiana, así como el chino Ríos jugaba al tenis: Una soltura que lo hace ver todo fácil. Tampoco por el lado de su inteligencia, que harto la expone y qué duda cabe, se ufana de ella con descaro. Es por lo mismo que me defrauda. Todos quienes lo conocemos, sabemos que se maneja a la perfección en muchos y muy variados temas. Quienes no tuvieron el gusto de asistir a sus clases o la miseria de sentarse frente a él en algún examen, podrán haberse topado alguna vez con unos de sus artículos publicados por el famoso diario que no hay cómo agarrar y que tanto baboso lee creyendo que "es bien mirado".



Me gustaría leer alguna vez siquiera, no un articulillo pasquinero, sino un libro completo de Peña, en el cual expusiera, creo que por vez primera, lo que realmente piensa y las teorías que ha desarrollado, sin muletas con rimbombantes apellidos alemanes o cortos anglosajones. Sin servirse del pensamiento ajeno, más allá de lo estrictamente indispensable.

Me gustaría ver que se esfuma su cobardía intelectual y verlo esgrimir sus propios pensamientos. No se puede esperar menos de él. Conformarse con lo que hoy entrega es menospreciar su capacidad y, claramente, él mismo, aún al jactarse, no se cree el cuento. Yo sí me lo creo y llevo cerca de 15 años esperando verlo reaccionar y ocupar el sitial que la sociedad entrega a los cabezones de tomo y lomo. HE DICHO.

2 OPINAN ¿Y BOSTON?:

  1. enhorabuena pòr tu nuevo blog!!

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  2. La inteligencia es una trampa, esta sobrevendida. Además cualquier cagona maquina puede ser inteligente y jugar ajedrez, el día que logren hacer una máquina o mecanismo genuínamente estúpido la inteligencia artificial habrá dado el paso más importante de la historia.

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¿y Boston?