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22 de mayo de 2006

JA!-QUÉ-COSA


Hoy tengo ganas de hablar sobre mi propia salud y bienestar, así es que si se toparon con esto buscando temas médicos, de inmediato les comunico que aquí cagaron.
Mientras escribo, me ataca inmisericorde una jaqueca de las buenas, de ésas que provocan apagar la luz, cerrar las puertas y dormirse la migraña entera, con la esperanza puesta en un despertar más lúcido y menos dolorido.
¿Y ésta por qué no se va a su cama en vez de andar diseminando boludeces? Podrán preguntarse. "ercelente pregurta" diría un personaje olvidable de la TV.
Ocurre que por cosas de la vida que no alcanzo a entender aún (y por supuesto no lo haré hasta que me pegue una visita al médico) tengo esta jaqueca todos los días, desde las 4 pm, hasta que me quedo dormida. Entonces, no voy a parar mi vida -incluyendo mis aficiones- por un dolor de cabeza, que si bien es algo espantosillo, tampoco es necesariamente invalidante.
Solo clamo al alto cielo que no me esté matando neuronas...
Alcanzo a notar que no tengo la misma cantidad de neuronas que tenía a los 15 ó 20 años pero creo que me quedan suficientes como para seguir funcionando intelectualmente en forma decente por al menos 2 décadas más. Después de eso, Dios me pille confesada.

6 OPINAN ¿Y BOSTON?:

  1. La jaqueca es enfermedad profesional de las mujeres, parece que tiene que ver con la regla, hormonas y cosas así. Pero yo conocí un caso extraordinario de una amiga que también sufría de grandes jaquecas y resultó que tenía un tumor en lo más profundo del cerebro, que le oprimía la "silla turca".

    Pero la historia no termina allí, resulta que esa opresión le causó un aumento extraordinario en la líbido (no es chiste) y andaba todo el día con ganas de...

    Pasó el tiempo y no tenía plata para operarse, el tumor crecía y se achicaba sin explicación médica hasta que finalmente desapareció por completo, perdiendo mi amiga tanto las jaquecas como su inesperado "don". El médico le dijo "dale gracias a Dios que no tienes plata porque si te operan seguro que quedabas mal".

    Lo cierto es que mi amiga ahora extraña las jaquecas junto con todos los demás "síntomas".

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  2. jajajaja...¡puchas que es chamullento este Bradanovic!!!...jajajjajaj

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  3. Creo que a mi nada me oprime "la silla turca". O bien, hay alguien sentado dormitando allí (¿mi otro yo?)
    Pero ésas sabrosas historias tuyas son muy entretenidas.
    Comepin: su favor me está salvando la vida. De a poco voy configurando mi plantilla a mi pinta, gracias a UD.
    ¿Cómo está el pingüino? Me dejó preocupada.

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  4. yo creo, fulerita, que tiene que hablar con el bulto para que de una vez por todas le oprima, le comprima y le exprima la silla turca...o que por lo menos se la patee...algo...no sé...digo yo...
    ¿que le preocupa del pinguino? ¿se enteró de sus peleas bloggeras?

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  5. ¡Si es verdad!!!!
    de hecho los que conocían el asunto decían en broma que se apretaba un botón en la cabeza y listo! jajaja

    La anécdota es curiosa pero rigurosamente cierta, yo no publico nada que no haya comprobado personalmente :-D

    Ah, ¿y saben como le desapareció el tumor?, una vez tuve la funesta idea de recomendarle que tomara cápsulas de "uña de gato" ese fué el fin de la alegría para todos.

    Ya, díganme mentiroso nomás, que importa...

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  6. TOM: parece que dentro de la lista de aquéllos que aprovecharon el boton cerebral de tu amiga, estuviste tú, después de todo, lo comprobaste "personalmente".
    Oye, ¿´no existirá alguna pastillita tipo "vacuna" contra los efectos de la uña de gato? Tengo a quién dársela (con urgencia)
    Comep: Claro que supe de las peleas cibernéticas del pingüino. Todo el que haya entrado a blogalaxia se enteró: solo había posteos en su contra.

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¿y Boston?